mi pequeña isla

¿Seguimos caminando juntas?

Ya veo que sigues tan Karina como siempre, muchas gracias a ti por existir, como siempre te digo, ya sabes, yo también tengo que quedar por encima. Karina, que sepas que nunca me he alejado del camino; quizá camino a veces por el borde del sendero, o me adelante un poco, o me atrase según vea conveniente, pero siempre en la misma dirección, por el mismo camino, y cerca de ti. Pensaba que lo sabías, que sabías que no me he ido, que sigo estando ahí, como siempre, para lo que necesites, sea bueno o malo, que mi amistad suele ser parasiempre. Además, dentro de pocos días estaremos caminando juntas "vis a vis", y descansaremos a la sombra de una palmera con buena compañía y buena música.

Ciertos mensajes...

Me he despertado con un mensaje al móvil que decía: ¿Sabes? En tu blog pareces más vulnerable, más frágil, más dependiente de una caricia, de una palabra, de un abrazo... si embargo en persona parece que nada te afecta ni necesitas. ¿Cuál es la verdadera?

Me ha dejado un poco sorprendida. La historia con esta persona es larga, y aunque siempre con final triste si es que se puede decir que tenga final, porque siempre terminamos en el mismo punto, punto que no nos gusta a ninguna de las dos, y que siempre decimos que no vamos a volver a llegar. Pero bastan unos mensajes, algunas llamadas, y ya estamos de nuevo en el círculo vicioso. Es extraño, porque me parece que no avanzamos y creo que ella se resiente cada vez más. La última vez decidimos simplemente tener una amistad, aunque no hemos pasado de eso nunca. Llevábamos unas semanas sin contacto y entonces este mensaje. Evidentemente le he contestado y me ha respondido, y le vuelto a contestar y me ha vuelto a responder, y al final la he llamado.

¿Cómo soy? Eso es una cosa que se averigua con el día a día, con el trato, con el roce. Incluso yo misma a veces me sorprendo y no sabía ciertos comportamientos u otros míos. Supongo que podría explicar con miles de palabras la diferencia, y decir que no hay tal diferencia, sino que una, aprende a levantar muros y ponerse corazas. Tal vez eso no sirva para determinadas personas como es ella. Tal vez me tenga que plantear algunas cosas importantes. Tal vez, simplemente, me esté haciendo mayor...

Ana y Marta (relato)

El simple hecho de subir los escalones del portón a la casa era ya un sobreesfuerzo para Marta. Había sido un día agotador, y encima, el ascensor había decidido ponerse en huelga. Sólo deseaba llegar a casa y meterse en la bañera. Ana tenía esa noche guardia, y como ella se había entretenido algo más de lo habitual en el trabajo no pensaba que se verían. Llevaban así el último mes, el trabajo de cada una iba a terminar con la relación.

Al introducir las llaves en la puerta averiguó que no estaba cerrada, por lo cual, pensó que Ana aún no había salido hacia el trabajo. Había música puesta. Era el último cd de chill-out que se habían bajado hacía un par de días de internet. Olía de maravilla. Era una mezcla entre su plato favorito y unas varitas de incienso que veía desde la entrada, en la penumbra del salón.

Pasó al pasillo, con la intriga de por qué Ana no iba a trabajar. El pasillo estaba inundado de diminutos puntos de luz. Velas que formaban un camino que se perdía en la oscuridad del dormitorio. Siguió el rastro de estrellas y cuando entró en la habitación vio que continuaba hasta el baño, donde se escuchaba que alguien se duchaba. A Marta se le dibujó una sonrisa en el rostro. Se desnudó allí mismo, dejando la ropa en el suelo, y entró al baño. Allí el vaho la cubrió. Corrió despacio la cortina, y se metió en la ducha, donde Ana la esperaba desde hacía un rato. Marta pegó su cuerpo a la espalda de Ana, notando cómo las gotas de agua de la ducha le salpicaban la piel. Le pasó a Ana los brazos por la cintura, y comenzó a besarle el cuello. Llegó hasta el lóbulo de la oreja y le susurró despacio: “hola cariño, ¿te he dicho alguna vez que te quiero?”. Ana, complacida por la respuesta a su sorpresa rió y se giró para besarla en la boca con pasión.

Marta cogió la esponja y comenzó a enjabonar a Ana lentamente, disfrutando de cada curva, de cada relieve, de cada poro de la piel de Ana. Luego cogió la ducha y empezó a enjuagarla. Ana, que veía el rostro cansado pero feliz de su mujer, le quitó la ducha y le susurró que le dejara hacer a ella. Así, Ana comenzó a lavar a Marta. Ella también la enjabonó, la aclaró, dejó la ducha sujeta sobre sus cabezas, mientras con sus manos acariciaba las nalgas de Marta, besándola en los ojos, en las mejillas, en las orejas, en los labios, en el cuello, y bajó hasta llegar al nacimiento de sus senos, de ahí a los rojizos y grandes pezones de Marta. Los atrapó con la boca, y jugueteó con ellos entre sus labios, rozándolos con la lengua ávida y suave.

Marta cogió de la mano a Ana. Sus lenguas se entrelazaron de nuevo. Sus cuerpos, frente a frente. Cerraron el grifo de la ducha y salieron de la bañera. Se secaron la una a la otra, y se dirigieron a la cama. Ana echó a Marta sobre las sábanas, y se tumbó a su lado, besándola de nuevo. Sus manos viajaban presurosas pero firmes sobre el cuerpo de su amada, por los rincones que sabía que más le gustaba. Su boca resbaló por su cuello, por sus sensuales pechos, por sus caderas, por sus ingles... hasta llegar a su monte de venus. Marta no se hizo de rogar, y se abrió ante ella como una flor en primavera. Ana, dichosa, introdujo su lengua, tímidamente, en el sexo que se le ofrecía. Acarició con ella cada recodo. La introdujo en su vagina, y cuando vio que Marta estaba muy excitada, atrapó con sus labios su clítoris, hinchado e impaciente, que demandaba ya su lengua. Marta comenzó a vibrar cada vez más. De repente, un espasmo, otro, otro y una oleada de calor invadió el ser de Marta. Ana notaba cómo se iba apagando ese terremoto de cuerpos, hasta que ya no hubo más que silencio roto por la música lejana. Marta le pidió a Ana que se tumbara sobre ella, y besó su boca, saboreando en ella el sabor de su propio sexo.

- Te quiero.
- Y yo a ti, mi vida. ¿Te ha gustado que cambie el turno de la guardia?
- Me ha encantado. Si lo llego a saber hubiera intentado salir antes del trabajo.
- Lo he hecho por eso, hace días que no coincidimos.
- Gracias.

Marta comenzó a acariciar a Ana. A besarla, sintiendo el calor que de ella emanaba. Pero Ana cortó tales caricias sutilmente y le dijo, muy sonriente, que no continuara por ahí, que cenaran y luego, el postre, lo tomarían en la cama...

ITACA (22/04/04)

Uff

Todo esto lo escribí esta mañana, luego me he ido tranquilizando y aunque el finde que había planeado se ha jodido, estoy bien, la nostalgia se fué un poco, está ya en la puerta de mi alma, a punto de salir... Aviso, lo siguiente, es un poco abstracto y complicado y creo que hasta aburrido.

Ayer sentencié como mínimo los siguientes dos años de mi vida. Cerré las puertas a mi mundo de sueños submarinos, de ondinas y sirenas de largos cabellos y de ojos glaucos; dije adiós a la ilusión de construir un mundo sin barreras, construir un mundo propio, y dije que sí al sueño ajeno de una persona que quiero. ¿Por qué? Creo que por no ver en sus ojos la desilusión, por no ver en su rostro la fatiga de la vida, por no darle un golpe de efecto mortal que lo derrumbe una vez más, por cumplir una palabra que dí hace por lo menos 14 años, y que quedó como frase póstuma a mi persona futura. Y porqué no reconocerlo, porque ya no tengo la ilusión fuerza y coraje de un corazón enamorado que me anime a ir contra ello. Porque se te han caído tantos mitos e ideales de personas amadas en este 2004 que no quieres ser tú también una de esas personas que se caen del pedestal o ideal en el que la colocan, expuesta a todo el público en un escaparate sin cristal, sin restricciones, todo el mundo expectante a tu comportamiento, a tus reacciones como desean, que hagas y cumplas tu rol en este burdo teatro que es tu vida, en el borrador, en el manuscrito sin revisar de un titiritero cruel que no cuenta con tu voluntad.

Te han dado la oportunidad de abandonar el barco antes de llegar a Ítaca, pero sabes que cuando te comprometes a algo lo continuas hasta el final. Salvavidas que tenías que haber puesto tú como condición, pero que no hiciste. Sabías que esa conversación llegaría y tú, no preparaste guiones ni esquemas. Se te dio la oportunidad de matar al Minotauro de tu laberinto, y en cambio lo has clonado, para tener la certeza de que no vas a poder escapar de ese laberinto. Y como si de Matriz se tratara, si te haces fuerte, el clon se multiplicará sin cesar para cumplir si fin. Y no sabes si esperas a un Teseo o Ariadna, pero sabes que Teseo no vendrá a buscarte, y Ariadna tampoco. Nadie te dará un ovillo que te lleve a la salida. Y no habrá madrigueras de conejos que te transporte a mundos de ensueños. Y llegaste tarde para sacar tu pasaje a Nunca Jamás y de momento no hay más viajes programados a ese país.

Y la tristeza no llega a tu corazón, y no sabes qué sentir, como si los sentimientos se eligieran. Y sigues haciendo tus chistes y juegos de palabras que poca gente aprecia. Y piensas que lo mejor que puedes hacer es dejarte fluir, que pase todo el oleaje por encima tuya como roca en el mar, por los lados, que te inunde, que te anegue, que te cubra como un alo protector, pero ¿de qué protegerte? ¿de ti misma? ¿de tu soledad en lo más profundo de la noche? Y como las olas, te irán desgastando, erosionando, mientras el tiempo se acumula bajo tu piel.

Pero todo sigue igual. Nada ha cambiado en el fondo ni las formas. El paisaje sigue siendo el mismo, los personajes inmutables. Simplemente es que ha llegado al fondo del océano el ancla que echaste hace mucho tiempo por la borda y que te ha ido frenando poco a poco pero sin pararte, y hasta ahora que has escuchado que ha llegado a un fondo que pensabas inexistente y que la cuerda sería infinita. Y en tu mundo interno, en tu imaginación, en tus sueños de noches oscuras, la luz es un futuro que siempre ha de ser mejor que cualquier tiempo pasado, si no, ¿para qué caminar? Y sin plazos, sin brújula ni mapas, sin objetivos, vas a intentar coger un remo de este barco, y remar hacia donde todos reman, aunando esfuerzos aunque el fin no sea el tuyo. Y sabes que tu viaje será largo, pero las experiencias ya apenas te importan. Y no sabes si en el próximo puerto bajarás para adquirir sabiduría, perfumes, o si conocerás el amor. Tal vez un libro nuevo en la mesita de noche te transporte a puertos de exquisitos olores y sabores, de mujeres de piel tostada y ojos sinceros donde ver pasar la vida, porque con cada amanecer se reafirma la idea de que eso ya lo viviste, y que no volverá a repetirse más. Es un círculo del que te alejaste tanto o te sacaron de él, y no sabes cómo volver, o lo peor, si quieres volver.

Pero nada habrá cambiado en el exterior: tus viajes, tus risas, tus chistes, tu dieta, tu trabajo, tu forma de sentir, tus miradas esquivas a la hora de la verdad, tu salir por las puertas traseras (cada vez más frecuentes) de las vidas ajenas para no molestar, tus utopías y tus amores secretos, tu forma de mirar al mar, tu forma de susurrarle los secretos inconfesables a esa inmensidad uniforme de agua salada.

Y hace poco has logrado averiguar la fórmula para adormecer el dolor, y es recubrirlo todo de indiferencia fingida. De no pensar más que un segundo en esas cosas para no despertar el dolor. Es como las protagonistas de los dos últimos libros que he leído, de autoras distintas pero con la misma idea: si te quedas en ese rincón oscuro, quieta, muy quieta, casi sin respirar, el dolor pasará por tu lado sin invadirte, sin alcanzarte. En cuanto empiezas a sentir la primera punzada, los primeros pensamientos automáticos, detienes la cadena de sentimientos, coges toda la espuma de cojines y colchones de la casa y rellenas los flancos del corazón, para que el golpe, por muy certero que sea no haga daño, no deje marcas, pase inadvertido. Y te dedicas la canción esa, sí, la que se llama corazón de mimbre, para doblarte antes que partirte. Y como tus miserias humanas son eso, tuyas, secretas, infames, y por mucho que intentaras explicárselo a alguien la única persona que te comprendería ya no está ahí, pues lo dejas escrito en esta página. Una vez reflexionando sobre las parejas, llegué a la conclusión que hay personas que la usan como contenedores de sus frustraciones, de sus miserias, de sus excrementos: todo lo que odio, lo que no quiero, lo malo de mi día a día, te lo hecho a ti encima, que me quieres y amas y escuchas, y yo me quedo tranquila y en paz, y tú, te haces cargo de mis preocupaciones, aunque no las entiendas. Y prometes que me abrazarás cada noche para que me sienta mejor y el miedo no se lleve mis sueños, y construyes un castillo de sueños para que cada noche sus puertas y ventanas se abran y me dejen penetrar en él. Inventas cuentos en que siempre somos las protagonistas y comemos perdices al final. Pero ese tipo de relación no me sirve, porque no quiero que nadie se haga cargo de mis miserias y excrementos emocionales. Pero en cambio, las suelto aquí, porque pienso que nadie leerá estas líneas paranoicas de forma obligada y hasta el final (reconozco que esto debe aburrir taco), porque espero que nadie comprenda lo que oculto tras Minotauros e islas kaváficas inalcanzables que aquí menciono, y sobretodo, porque probablemente en dos días no piense en esto y me encuentre en la cima de la montaña más alta y sienta que soy lo mejor, hasta mi llegada a la próxima estación Nostalgia, que nunca se sabe ciertamente cuándo será...

Tengo "Flol"

Hace unos años, nos juntamos con un grupo de chavales estudiantes como nosotras: lejos de sus casas, sin padres, horarios ni responsabilidades. Fue una época de desfase total: de salir hasta las tantas de la mañana todos los días de la semana; de los botellones más raros e inverosímiles; de experiencias nuevas; de saber qué pub y discotecas estaban abiertos diariamente; música y alcohol en casas ajenas y propia; desayunar espaguetis con guindillas a las 8 ó 9 a.m. para luego irte a una de esas clases ineludibles e infumables; cada semana una fiesta por cualquier motivo, unas cenas que pasaban la veintena de comensales cada uno con un plato diferente y bebida que todos probábamos; cumpleaños, santos y si ese mes no había nos lo inventábamos; fiestas de la primavera o del lunes. Nos daba igual, el caso era salir, salir y salir. De esa época tenemos un cd que hace poco escuchábamos en mi coche y decíamos: “por favor, qué época, qué desfase, cómo pudimos sobrevivirla, cuánto me gustaría repetirla!”. De todas esas personas que nos acompañaban en nuestros desfases actualmente apenas sabemos nada, pero se nota que nos dejaron huella, pues además de acordarnos algunas veces de ellos, aún usamos algunas expresiones adquiridas de aquellos días (dos de mis amigas estaban liadas con dos muchachos de ese grupo, una de esas parejas aún dura...). Y una de tantas expresiones era: “tener flor”. Y una persona “tiene flor” cuando sus hormonas están revolucionas, cuando en vez de sangre le corre deseo por las venas, cuando “se pone” con el menor pensamiento, en definitiva, cuando está muy salida... Pues bien, hoy ha quedado demostrado, que yo, Ítaca, en vez de “flor” tengo un jardín botánico, invernadero, floristería, etc. todo a la vez. Por favor, qué corte me ha dado cuando desayunando me ha tenido que dar un codazo V para decirme que no veas el “escaneo” que le había hecho a la camarera (parecía la niña del exorcista para poder mirarla bien) que nos sirvió el desayuno y que ya, sin delantal, salía de su turno con unos pantalones vaqueros muy ajustaditos... Y es que claro, los 8 meses de abstinencia sexual (no por voluntad propia que conste) se van dejando notar en una. El sábado por la noche me pasó algo por el estilo. Es decir, la cosa se acentúa. ¿Alguna voluntaria que me saque por sitios de ambiente? Para al menos, poder mirar con la tranquilidad de no parecer descarada ni que se note a leguas lo necesitada de “amol” que está una.

PD1: Y si existe alguna que quiere probar y ser mi jardinera particular que dejen esa intención por acá o envíen el curriculum vitae en mi correo por favor, jejeje, prometo contestar en breve...

PD2: Hoy, este blog cumple su primer añito de vida. Un año en el que he dejado 163 post (serían algunos más pero los borré por motivos de amor) y he recibido 316 comentarios (idem que antes). Y si no me fallan las cuentas, cuando abrí este blog conocí virtualmente a B, así, que hoy, doble aniversario. Gracias a Zonalibre por dejarme cumplir este año, y a la vida por haberme dado la oportunidad de conocer a B.

Y aquí estoy, con un pijama de invierno amarillo pastel, con estrellas, lunas y algunas nubes (antierótico total lo sé), reglosa perdida... Hoy sólo un deseo: estar como esta hada cara a cara con la luna, quizá así aclarara todas las dudas que me invaden...

¿Casualidades?

Hay días en los que definitivamente me siento un pobre muñecajo movido por las manos de un@ titiriter@... ¿Existen las casualidades? Siempre digo que no, que las casualidades no existen, pero a veces me sigo quedando con la boca abierta ante cosas que me pasan.

Anoche entré en un chat de lesbianas. Cuando los fines de semana me quedo en casa sin salir, suelo entrar porque se ve cada cosa... Primero me leo los nicks cuidadosamente, porque hay algunos que son la leche. Si no hay ninguno que me llame la atención sigo navegando por la red, leyendo alguna página interesante, y bueno, a veces me pincha alguna persona, y si la conversación merece la pena sigo charlando, si no, le digo educadamente que estoy ocupada o algo así. El caso es que había un nick de una chavala que me llamó la atención, pues era el nombre de su ciudad, que está justo a 14 km de la mía, eso sí, 14 km de mar y barco, jajaja. Y nada, le pinché y estuvimos hablando. Conocía mi ciudad, por lo visto le encanta, incluso su madre es de aquí, pero ya no le queda familia por estos lares, y nada charlando y charlando nos cambiamos las direcciones del mesenger. Así, hasta cerca de las 3 de la mañana que ya nos fuimos a dormir. Y hoy, hace un rato, empezamos a hablar de nuevo, y bueno, como hemos congeniado bastante bien, nos hemos pasado la foto. A mi la verdad, no me suena mucho que digamos. Y de repente, me salta:

- Oye ¿no te llamarás ITACA? (Itaca=mi nombre)
- ¿Por? (es lo único que me da para escribir después del paro cardiaco)
- Es que me recuerdas mucho a una chavala de ahí que conocí en un campamento... (mis piernas de gelatina en ese instante... sí, yo fuí monitora en mi juventud, y llevé varios campamentos, no me queda más salida que decir que sí).
- ¿En Campano? Si es allí sí que soy yo... (digo esto deseando no ser esa Itaca).
- Sííííííííí, no te acuerdas de mí? Si incluso ese verano me escribiste alguna carta!! (aquí me quedo desconcertada, no, no la recuerdo, al menos co la foto que me manda, que de eso hace 10 años, ella era una niña, yo su monitora...).
- No, pues así como de primeras no te recuerdo, ¿cómo te llamas?
- Natalia (voy al archivador donde tengo las direcciones de aquella época, y sí, la encuentro ahí, Natalia, dirección, fecha de cumple, teléfono... y se lo digo)
- Sí, esa soy yo. Sabes, fuí en una ocasión a tu ciudad, te llamé, pero me diste una excusa tonta para no quedar. (Mi mente, como un ordenador, busca y busca en todos los recuerdos de aquella ápoca a millones de megahercios por micrasegundos. No recuerda ninguna Natalia, ninguna llamada, no recuerda que dijera excusa, no suelo mentir...)
- Pues no sé... (así, seguimos charlando un buen rato más)
[...]
- Pero sabes, me caiste muy bien en aquel entocnes, al igual que ayer cuando hablé contigo, sigues siendo igual.

En fin, y ahora mismo sigo charlando con ella. Por Dios, qué vergüenza. Cuando me ha dicho un montón de cosas sobre mí de aquella época me he sentido fatal por no recordarla. Llevábamos grupos de unas 10 niñas, claro, ella estaba en sexto de E.G.B., yo ya en BUP. Después de cada campamento escribía a todas las niñas de mi grupo. La diferencia entre 12 años y los 16 ó 17 que yo tendría se notaba, y bueno... Que me parece muy fuerte, esta chavala tiene un montón de recuerdos sobre mí, qué pasada!!! Sobretodo que en diez años siga acordándose de una monitora, de su nombre, y que ella por lo visto le dió una excusa tonta para no quedar una tarde... Es lo mismo que decía ayer, pero no sólo en el blog, sino que con mi paso por el mundo, he hecho muchas cosas, y por lo visto, no soy consciente de la profundidad de algunas de ellas, ya casi ni me acordaba de mi época de monitora, ¿quién más se acordará de esa monitora gordita y de risa fácil? Uff, y eso que decía anoche que me gustaría no acordarme de tantas fechas, y fíjate, me acuerdo perfectamente del campamento, sobretodo porque lo organizamos las 6 monitoras de aquí, y yo era una de ellas, y tuvo mucho éxito, lo pasamos muy bien, me acuerdo de las actividades de casi todo, menos de esta chavala...

En fin, estas casualidades me dejan perpleja, después de 10 años reencontrarnos en un chat de lesbianas, manda narices... ¿Existen o no las casualidades?

15/10/0X

Hay días que me encantaría ser una de esas personas despitadas por naturaleza. De esas que hasta para acordarse de su cumpleaños tienen que apuntarlo en la agenda o dejarse un post-it en el espejo del baño para que, al lavarse la cara, se topen con la noticia de su cumple. Quisiera ser hoy una de esas personas con memoria de pez que no recuerda cuándo conoció a tal o cual persona. Quisiera no haberme acordado durante toda la semana que hoy, viernes, sería 15 de octubre. Y hoy, he estado todo el día pensando en qué había pasado los 3 últimos 15 de octubres. No, no he estado triste, y no, ya no siento amor, pero no sé, es como una espinita clavada. Simplemente, una curiosidad, ¿habrá caido ella (superdespistada) en el día que era hoy? ¿habrá cogido por casualidad el libro con todos mis poemas y relatos hasta entonces y lo habrá ojeado [libro único y que no pienso regalar nunca más a nadie, por más que la quiera en ese momento]? ¿Habrá mirado el letrero que está en la cabecera de este blog [ITACA] que le regalé para cuando cumpliéramos el sueño de tener una casa en la playa (lo usará alguna vez si logra tener esa casa?)? No sé, ¿dónde se van todas esas cosas, proyectos, promesas, etc... que no se han de cumplir ya? ¿Siempre que tenga una relación va a pasar lo mismo, esta sensación de haber perdido una parte muy mía, aunque ya no sientas amor por esa persona? Es que para mí es muy triste tener que sacar a una persona de mi vida, y hacer proyectos comunes para no cumplirlos, y un largo etc...

Cambiando de tema radicalmente, en el post anterior, me ha dejado un mensaje [más bien haciéndose publicidad] Tonificante, por lo visto un lector asiduo de Mi Pequeña Ítaca, (en junio también me dejó un comentario si no recuerdo mal) y yo sin enterarme [http://tonificante.tk/]. Hace poco, también me escribió otra persona un comentario diciéndome que me leía pero que no comentaba mucho, se nombró como Lambda. Y bueno, ya os comenté que hay una chica mejicana que también conocí gracias a que llegó por casualidades a mi blog... Y me ha asaltado la duda de que este blog (o cualquiera por extensión vamos), diario, bitácora de mi alma, mi confesionario particular, puede ser leido por personas que no conozco de nada ni me conocen, y que se harán configuraciones de mi persona, de mis penas, alegrías, de mis sentimientos... Uff, de repente, me han dado escalofríos. Sería bonito, sin necesidad de contadores (no quiero saber los número, sino los nombres), saber quién te lee, conocerl@s ya que ell@s, al leerte, pueden intuir cómo eres tú. Hace poco me he visto linkeada en alguna que otra página que no esperaba, como es en la de Tonificante o Canicas de Colores (linkeada en Otras Islas). Creo que hoy no soy muy capaz de expresarme, así que continuaré con la idea otro día. Que tengáis buena noche de viernes...

Hay días que...

... es mejor quedarse en la cama.

Sí, ya me acosté con un sin sabor en la boca. Y el madrugar no me sienta bien útimamente, que encima, esta noche he estado en un sueño todo el rato buscando una zapatilla para poder levantarme y salir de mi dormitorio, ¿qué significará el sueño? No sé, pero me ha dejado agotada tanto buscar por los rincones.

Pero aún así el día ha ido a peor. Encima, mi madre, para hacerme la vida más fácil y feliz, no deja en estos días de decirme que si esa camiseta no le gusta cómo me queda, que si mi cara no sé qué... Mi padre, ¿para qué va a contar conmigo en mis planes de futuro? Directamente, él va y me suelta que es lo que quiere que yo haga. Por lo visto ha rechazado en mi nombre un par de trabajos (me enteré de casualidad), y ahora, me organiza mi futuro profesional para el año que viene. Seguir con él y a la vez, llevar todo lo referente a la administración de la otra empresa que tiene con un socio y en la que trabaja mi hermana. Lo mejor, es que me encargaría también de las campañas de publicidad, del marketing, que es lo que me gusta. Claro, esto supone un incremento de mi salario de un 50% como poco, o eso es lo que he calculado claro está, que aún, más de un año después, sigo de ilegal, sin contrato ni nada de nada... El caso es que cuando empiezo a preguntarle me cambia de tema. Y encima, es que no sé si quiero trabajar con el socio de mi padre, porque sé que hacen algunas cosas mal, y cuando lo comento en casa, mi padre me deja de hablar unos días porque dice que yo quiero "echarle a pelear" con su "amigo". Todo esto choca con mis planes de ahorrar y buscar un trabajo en la península y hacer un máster. Por otro lado sería ganar más dinero que el que me pagarían fuera. También sería mucho trabajo, porque esa empresa genera mucho volumen, más las 4 que más o menos llevamos (mi compañero y yo) ahora. No sé, tengo que pensarlo mucho, tengo que hacer una lista de prioridades, porque si acepto para ahorrar algo más e irme luego a un sitio en condiciones es prorrogar todo un par de años, y entonces, esa idea, me da miedo... No quiero quedarme aquí siempre. Maldita culpabilidad, ¿cuándo voy a dejar ese sentimiento y vivir mi vida? Incluso he pensado que esta propuesta es como un chantaje emocional, para que no me vaya, aunque nunca le he dicho de irme abiertamente.

Luego, la tarde agitada, corriendo para hacer muchas más cosas que tienen que estar para mañana. Casi a las 8 al gimnasio, a sudar un poco y descargar adrenalina. A casa, ducha, cena y mi ratito de internet... Hoy, me encantaría dormir acompañada, y que me abrazaran por la espalda...

La memoria es frágil y el transcurso de una vida es muy breve y sucede tan deprisa que no alcanzamos a ver la relación entre los acontecimientos, no podemos medir la consecuencia de los actos... por eso mi abuela Clara escribía en sus cuadernos, para ver las cosas en su dimensión real.
Fragmento de La casa de los espíritus de Isabel Allende

Fantasía

Anoche soñé que habíamos estado toda la noche haciéndonos el amor. Una danza de dos iguales, en volteletas de pasión, en dentelladas de deseo. Cuerpo sobre cuerpo, batalla sin guerra, armas de besos, de abrazos, de caricias, de lenguas entrelazadas, de dedos hábiles y de sexos húmedos. Tu boca resbalando por mi cuerpo, mis dedos acariciando tu sexo, estremecimiento de mi alma, respiración agitada, olor al mar del amor, oleadas de cosquillas en mi estómago, pérdida de control de todo mi ser. Para terminar en temblores de nuestros cuerpos, sumergiéndonos la una en la otra. Pecho contra pecho, labios y lenguas entregados a sus homólogos en llamas, ojos cerrados pero viéndolo todo, vapor del fuego que nuestros cuerpos desprendían llenándo todo el espacio...

Al despertar, aún sin abrir los ojos, he pasado mi mano por el lado de la cama donde supuestamente debía estar yaciendo tu cuerpo. Estaba vacío, como era de esperar, nunca ha estado ahí. He apagado el despertador que seguía sonando. Al hacer la cama, he buscado con esperanza algún indicio de que el sueño no sólo había sido eso y si en realidad, en esta noche, nos pertenecimos, sin tregua ni descanso, amándonos hasta el alba... Pero no había resto alguno, los sueños, sueños son...

De puente

De puente... Estoy demasiado cansada para escribir nada razonable, os dejo una pequeña muestra de mi encuentro con la naturaleza, que por lo que veo me hace falta perderme un finde conmigo en ella...

AH! Y hoy, mi amiga V me ha regalado esta taza tan bonita que pienso estrenar mañana (como si fuera lunes para mí), ya que ella fué la que me regaló en su día la que se rompió hace poco, me ha hecho el favor de reponerla. Gracias Lupita.

<__trans phrase="Posted by"> itaca <__trans phrase="at"> 11:41 PM | <__trans phrase="Comments"> (1)

Comentarios sobre otro post

Los siguientes comentarios me han surgido al leer el siguiente post de Animosidad Contestataria.

Claro está, para una lesbiana como yo, un post titulado LAS LESBIANAS NO TIENEN ORGASMOS, hace que inmediatamente lo lea, de cabo a cabo... Y aún, estoy sorprendida. Si leéis el post, veréis que se trata de un estudio en el que el resumen podría ser: "las mujeres buscan a los hombres más atractivos porque ellos les proporcionan mejores orgasmos y supuestamente porque tienen mejores genes". Vale, ¿y qué tiene que ver esto con el título del post? En ningún lado veo mencionada a ninguna lesbiana. En todo caso, aquí dejo algunas cosas (propias y no propias), que creo interesantes:

- Creo recordar que fué en "Más que amigas" de Jennifer Quilés (podéis encontrar un enlace a su página más abajo, en Otros Rumbos), donde leí que las lesbianas tenemos un mayor número de orgasmos que las mujeres heteros [cuestionable al fin y al cabo, pero igual de cuestionable que el estudio al que estoy criticando, ¿no?].

- Hace poco he leido en "Tu sexo es tuyo" de Silvia de Béjar, que la investigación respecto a la sexualidad femenina, comparada con la masculina, lleva un retraso de 20 años, simplemente, porque nuestro placer nunca ha sido primordial en una sociedad, como es la nuestra, patriarcal [un pelín injusto para nosotras, ¿no?].

- Por extensión, si una mujer tiene mejores orgasmos con un hombre más atractivo que con uno de menos atractivo; una mujer, por la misma regla de tres, debería pasarle lo mismo con una mujer más atractiva que otra, pero es que NO LO CREO ASÍ. Si decides acostarte con alguien es porque le ves atractivo, porque hay algo en esa persona (sea del sexo que sea) que te atrae, que hace que te pongas, que hace que te apetezca estar con esa persona, y mantener relaciones sexuales con ella. Claro está, también depende de la pericia de la persona, del precalentamiento, del lugar, de todo!!!!! Así que no le doy mi credibilidad a ese estudio.

- Y por último, unas preguntas directamente a Somófrates, autor de Animosidad Contestataria:

Para terminar, sé que cada uno escribe lo que quiere en su blog y que no se está obligado a leer ningún blog, y yo, intento respetar a todo el mundo y no estoy de acuerdo con la censura, pero me fastidia un poco la incultura generalizada sobre las lesbianas, esa invisibilización. Y si ese post se hubiera llamado de cualquier otra forma no habría escrito este post, o si dentro de él se explicara por qué supuestamente tenemos menos orgasmo, pues tampoco habría escrito esto. Es decir, que no tengo nada contra Somófrates, pero ha tenido la mala suerte de que el post, es suyo, hubierae escrito esto hubiera sido cualquiera el autor/a.

¿Encerrona?

Según la R.A.E. (sólo he puesto los 2 primeros significados):

Eso es lo primero que ha dicho mi ex que era cuando, sin ella esperarlo, he entrado en la cafetería, mirando rápidamente mesa por mesa hasta que la he divisado y sonriente me he acercado. No sé si ella no quería verme contra su voluntad, lo que sí es cierto que yo sabía que ella estaría ahí, por eso si es una trampa o emboscada. El caso es que después de saludarla y saludar a mi amiga V, me iba a ir, pero me han dicho de desayunar con ellas. La verdad es que me alegro de haber tomado la decisión y de haber dado este paso. Ha sido muy importante tenerla delante.

Me he acordado de nuevo del libro "La vieja Sirena", de Sampedro...

Ha sido mi primera relación, casi 3 años (ya no voy a escribir el post ese Efemérides), y lo que saco en conclusión es que el salir con una persona, el amarla, el quererla, el compartir tantas cosas con ella, el saber cómo se despierta, lo que más le gusta comer, cómo duerme, cómo huele su piel, cómo le gusta que la besen, qué le irrita, dónde le gusta que le masajeen, cómo piensa y qué piensa de cada cosa... Eso, nos hace débiles, vulnerables ante los otros, que en ese momento te quieren, pero... y ¿luego? Lo digo porque si afirmo rotundamente que creo haber adivinado todos sus pensamientos en esa apenas hora que hemos estado juntas no me equivocaría en casi nada. Igualmente, supongo que ella podría casi (en estos últimos 6 meses he cambiado más de lo que piensan algunas personas que me conocen hasta la saciedad, y no sólo porque haya perdido 28 kilos de peso...) hacer lo mismo conmigo. Pero no, ha sido una encerrona para bien, no para hacer daño. Me he alegrado mucho de verla. De sentirla cerca, porque la verdad, teníendola cerca me he dado cuenta que la he echado de menos en mi cotidianidad. He extrañado su voz, su risa, sus consejos (aunque luego no los siga), sus palabras, sus cosas (algunas que me sacan de quicio la verdad), sus manías, su inmadurez (en algunas cosas aunque nunca me lo reconocerá), la niña chica que hay en ella y que no sé si sólo la veo yo, de su debilidad (más de lo que piensa la gente que es, detrás de su imagen segura y firme), de su deseo (no me eches esas miradas que las reconozco bastante bien), de un abrazo suyo..., en fin, a ella misma en su totalidad. Supongo que tendré que dar la razón a quien me había dicho que el tiempo lo cura todo. Espero que hoy haya quedado abierta la puerta para una amistad (no espero ni quiero otra cosa de ella). Creo que ha merecido la pena, al menos para mí, esta encerrona.

Para que no se duerman mis sentidos...

"Para que no se duerman mis sentidos...", una nueva ilusión (no es un anuncio de huevos Kinders), acabo de recibir el siguiente mensaje:

"HOLA ÍTACA, YA TENGO LAS ENTRADAS, ESTAMOS EN LA FILA 8 ABAJO..."

Y mira que nos ha costado, pero al final, ya las tenemos, este finde os las paso... Creo que al final voy a dormir bien.

Enfurruñada (o como se escriba)

AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Necesito gritar y defogarme. Bueno, para eso acabo de llegar del gimnasio, donde he machacado algún que otro músculo por no atentar contra nada ni nadie, jejeje. Mañana, no desayuno como es habitual, con V, pues mi EX está aquí y le ha dicho de desayunar. Irán a la cafetería donde vamos siempre, sé la hora y además tengo que ir justo enfrente a una de las tiendas que llevo... creo que me voy a presentar allí, y saludarla, como si nada. No, no me quedaré a desayunar, simplemente saludarla, ver qué cara pone cuando me vea... Creo que no es lógico alargarlo más, ¿no? [¿esto es ua pregunta retórica Ítaca????]

Pero eso no me ha molestado, sí que lo ha hecho es saber que el finde que viene, va a pasarlo en Granada (como yo) románticamente con su pareja, ¿será posible que de todas las ciudades de España vayan allí? ¿Es que no te cansé ya de dar paseos por ella durante mis últimos años de carrera y primeros de nuestra relación? En fin, con el cenizo que tengo últimamente fijo que coincidimos y todo en algún sitio, al menos, ya estoy avisada.

Lo bueno, es que ha regresado una amiga de Granada que ha estado dos años en Alemania. LLevo más de un año sin verla, y tengo ganas de darle un fuerte abrazo y de pegarme horas charlando y poniéndonos al día de nuestras vidas, y eso es una de las cosas que haré este finde. ¿Por qué me gustará tanto complicarme la vida innecesariamente? [SUSPIRO GRANDE].

01-03.10.04

Este fin de semana he estado en Málaga. Reunión de Lobas Despechadas II, como anuncié hace un par de post. Mucho alcohol, charla, risas, comida, esperas y esperas hasta cabrear, esperanzas, deseos, desamor, rutina rota, problemas laborales, abrazos, sentirse querida, bromas, alguna regañeta para bien, música, curiosidades, etc...

En medio de la Plaza de la Merced, con la botella medio agotada, buscando con quien no habíamos quedado, escucho una voz que viene desde el suelo. Una chavala de pelo largo y rizado, algo punk, tarareando una canción que ni siquiera distingo, pero la voz es familiar. Sigo andando por inercia, tras mis amigas, y miro al suelo y me cruzo con su mirada, pero giro la cara sin saber por qué, pero sé que puede ser ella, y no me detengo, ni le pregunto a V si es o no. Si era y me reconoció, pues le dirá que no la quise saludar, cosa que no es cierta, no sé qué me pasó la verdad, supongo que era el alcohol... pero la nostalgia casi se apoderó de mí. Luego busqué de nuevo en ese sitio, de lejos, con la mirada, pero no estaba. Quizá es mi imaginación... No, no lo era. Desde entonces, se ha intensificado las ideas sobre la fecha que se acerca. Estás loca, eso ya te no importa, y lo sabes, no, no te estás mintiendo, sabes que no es importante, sin embargo, sabes qué tipo de post escribirás, incluso estás pensando en hacer un borrador. Muchas preguntas, pero... ¿realmente necesitas contestarlas? Por favor, sabes que no te hace falta, que hay cosas que no son necesarias, que pierden todo interés e importancia cuando son mencionadas. No sé por qué temo esa fecha, y a la vez la ansío. Es un querer y no querer, un estar y no, un deseo que no quieres que se cumpla, porque más que felicidad te traerá indiferencia... Pero aún así has marcado en el calendario la fecha, y sabes que escribirás ese dia un post llamado Efemérides, y te preguntas por tu salud mental. El caso es que no te importa ya, pero hay preguntas que siempre te quedarán sin contestar, y lo peor, es que no necesitas respuestas para ser feliz, ni para seguir viviendo.

El resto de la noche genial. Otra nota de color para mí, que de 5 tías, hayan 3 tíos que se nos acerquen, uno que no hable y los otros dos que se turnen entre M y yo, manda "pelotas y pelotones" que sea un tío el que me piropee por mi pelo, el que me esté durante al menos una hora hablando sin parar de libros, películas, economía, etc... Menos mal que decidimos cambiarnos de sitio, porque de lo contrario, creo que le hubiera dicho que aunque era simpático (no tenía otra cosa la verdad) que intentara ligarse mejor a alguna de mis amigas, que conmigo pocas posibilidades (ninguna vamos, ni con ellas la verdad...) tenía (me estaba poniendo nerviosa que se acercara cada vez más y que fuera tan sobón), que era lesbiana...

Y así, regresamos a casa las dos noches... Pronto (sobre las 4 a.m.), sin decir nada, pero sabiendo que estamos haciéndonos mayor... Quedando en vernos pronto, haciendo planes para ver teatro un finde en Madrid. Y el finde que viene, de nuevo a Granada, porque aunque no haya puente, yo me lo hago, y "me fumo un puro"...