mi pequeña isla

¿Encerrona?

Según la R.A.E. (sólo he puesto los 2 primeros significados):

Eso es lo primero que ha dicho mi ex que era cuando, sin ella esperarlo, he entrado en la cafetería, mirando rápidamente mesa por mesa hasta que la he divisado y sonriente me he acercado. No sé si ella no quería verme contra su voluntad, lo que sí es cierto que yo sabía que ella estaría ahí, por eso si es una trampa o emboscada. El caso es que después de saludarla y saludar a mi amiga V, me iba a ir, pero me han dicho de desayunar con ellas. La verdad es que me alegro de haber tomado la decisión y de haber dado este paso. Ha sido muy importante tenerla delante.

Me he acordado de nuevo del libro "La vieja Sirena", de Sampedro...

Ha sido mi primera relación, casi 3 años (ya no voy a escribir el post ese Efemérides), y lo que saco en conclusión es que el salir con una persona, el amarla, el quererla, el compartir tantas cosas con ella, el saber cómo se despierta, lo que más le gusta comer, cómo duerme, cómo huele su piel, cómo le gusta que la besen, qué le irrita, dónde le gusta que le masajeen, cómo piensa y qué piensa de cada cosa... Eso, nos hace débiles, vulnerables ante los otros, que en ese momento te quieren, pero... y ¿luego? Lo digo porque si afirmo rotundamente que creo haber adivinado todos sus pensamientos en esa apenas hora que hemos estado juntas no me equivocaría en casi nada. Igualmente, supongo que ella podría casi (en estos últimos 6 meses he cambiado más de lo que piensan algunas personas que me conocen hasta la saciedad, y no sólo porque haya perdido 28 kilos de peso...) hacer lo mismo conmigo. Pero no, ha sido una encerrona para bien, no para hacer daño. Me he alegrado mucho de verla. De sentirla cerca, porque la verdad, teníendola cerca me he dado cuenta que la he echado de menos en mi cotidianidad. He extrañado su voz, su risa, sus consejos (aunque luego no los siga), sus palabras, sus cosas (algunas que me sacan de quicio la verdad), sus manías, su inmadurez (en algunas cosas aunque nunca me lo reconocerá), la niña chica que hay en ella y que no sé si sólo la veo yo, de su debilidad (más de lo que piensa la gente que es, detrás de su imagen segura y firme), de su deseo (no me eches esas miradas que las reconozco bastante bien), de un abrazo suyo..., en fin, a ella misma en su totalidad. Supongo que tendré que dar la razón a quien me había dicho que el tiempo lo cura todo. Espero que hoy haya quedado abierta la puerta para una amistad (no espero ni quiero otra cosa de ella). Creo que ha merecido la pena, al menos para mí, esta encerrona.