mi pequeña isla

¿Casualidades?

Hay días en los que definitivamente me siento un pobre muñecajo movido por las manos de un@ titiriter@... ¿Existen las casualidades? Siempre digo que no, que las casualidades no existen, pero a veces me sigo quedando con la boca abierta ante cosas que me pasan.

Anoche entré en un chat de lesbianas. Cuando los fines de semana me quedo en casa sin salir, suelo entrar porque se ve cada cosa... Primero me leo los nicks cuidadosamente, porque hay algunos que son la leche. Si no hay ninguno que me llame la atención sigo navegando por la red, leyendo alguna página interesante, y bueno, a veces me pincha alguna persona, y si la conversación merece la pena sigo charlando, si no, le digo educadamente que estoy ocupada o algo así. El caso es que había un nick de una chavala que me llamó la atención, pues era el nombre de su ciudad, que está justo a 14 km de la mía, eso sí, 14 km de mar y barco, jajaja. Y nada, le pinché y estuvimos hablando. Conocía mi ciudad, por lo visto le encanta, incluso su madre es de aquí, pero ya no le queda familia por estos lares, y nada charlando y charlando nos cambiamos las direcciones del mesenger. Así, hasta cerca de las 3 de la mañana que ya nos fuimos a dormir. Y hoy, hace un rato, empezamos a hablar de nuevo, y bueno, como hemos congeniado bastante bien, nos hemos pasado la foto. A mi la verdad, no me suena mucho que digamos. Y de repente, me salta:

- Oye ¿no te llamarás ITACA? (Itaca=mi nombre)
- ¿Por? (es lo único que me da para escribir después del paro cardiaco)
- Es que me recuerdas mucho a una chavala de ahí que conocí en un campamento... (mis piernas de gelatina en ese instante... sí, yo fuí monitora en mi juventud, y llevé varios campamentos, no me queda más salida que decir que sí).
- ¿En Campano? Si es allí sí que soy yo... (digo esto deseando no ser esa Itaca).
- Sííííííííí, no te acuerdas de mí? Si incluso ese verano me escribiste alguna carta!! (aquí me quedo desconcertada, no, no la recuerdo, al menos co la foto que me manda, que de eso hace 10 años, ella era una niña, yo su monitora...).
- No, pues así como de primeras no te recuerdo, ¿cómo te llamas?
- Natalia (voy al archivador donde tengo las direcciones de aquella época, y sí, la encuentro ahí, Natalia, dirección, fecha de cumple, teléfono... y se lo digo)
- Sí, esa soy yo. Sabes, fuí en una ocasión a tu ciudad, te llamé, pero me diste una excusa tonta para no quedar. (Mi mente, como un ordenador, busca y busca en todos los recuerdos de aquella ápoca a millones de megahercios por micrasegundos. No recuerda ninguna Natalia, ninguna llamada, no recuerda que dijera excusa, no suelo mentir...)
- Pues no sé... (así, seguimos charlando un buen rato más)
[...]
- Pero sabes, me caiste muy bien en aquel entocnes, al igual que ayer cuando hablé contigo, sigues siendo igual.

En fin, y ahora mismo sigo charlando con ella. Por Dios, qué vergüenza. Cuando me ha dicho un montón de cosas sobre mí de aquella época me he sentido fatal por no recordarla. Llevábamos grupos de unas 10 niñas, claro, ella estaba en sexto de E.G.B., yo ya en BUP. Después de cada campamento escribía a todas las niñas de mi grupo. La diferencia entre 12 años y los 16 ó 17 que yo tendría se notaba, y bueno... Que me parece muy fuerte, esta chavala tiene un montón de recuerdos sobre mí, qué pasada!!! Sobretodo que en diez años siga acordándose de una monitora, de su nombre, y que ella por lo visto le dió una excusa tonta para no quedar una tarde... Es lo mismo que decía ayer, pero no sólo en el blog, sino que con mi paso por el mundo, he hecho muchas cosas, y por lo visto, no soy consciente de la profundidad de algunas de ellas, ya casi ni me acordaba de mi época de monitora, ¿quién más se acordará de esa monitora gordita y de risa fácil? Uff, y eso que decía anoche que me gustaría no acordarme de tantas fechas, y fíjate, me acuerdo perfectamente del campamento, sobretodo porque lo organizamos las 6 monitoras de aquí, y yo era una de ellas, y tuvo mucho éxito, lo pasamos muy bien, me acuerdo de las actividades de casi todo, menos de esta chavala...

En fin, estas casualidades me dejan perpleja, después de 10 años reencontrarnos en un chat de lesbianas, manda narices... ¿Existen o no las casualidades?