La Ciudad. Hay ciudades enormes, con toda su algarabía, sus calles, sus gentes, sus ruidos, sus paisajes... Y mira tú, que yo no sé por qué, llegué como una naufraga a las orillas de La Ciudad más hermosa, por nombre Almudena. Desde entonces, sueño con ella, cuidad pequeña de innumerables encantos.
Sueño, que es barato, y me adentro en sus calles, sin mapas, explorando con mis pasos su belleza innata. Me pierdo por sus rincones, e intento memorizarlo todo. Despierto a medianoche, sobresaltada, y pienso que Al-Medina es un imposible, un espejismo, y la tristeza invade mi ser...
Al-Medina, Almudena, Ciudad... Ciudad en la que me gustaría perderme. Llena de vida eres, llena de dones, de música, de gente... Durante el día, mi mente se enreda en las letras de tu nombre, e intenta investigar, descubrir, y amar todas tus calles, aunque no todas me sean hermosas, pero el conjunto es lo importante, siempre hay rincones más hermosos que otros, y si quieres vivir en una ciudad es para quererla entera, no por partes... Tus ruidos, tus vistas, tus paisajes, tus direcciones, tus contrastes, las emociones...
Como si una ciudad fueras, con tus puertas abiertas me recibiste, y yo, ingrata viajera, no supe aprovechar la hospitalidad que me rendiste.
Ahora, Al-Medina se torna cerrada, callada, silente. Ya no es sitio para mí, y exiliada de sus calles me hallo, arrepentida de no haberme establecido entre los habitantes dichosos de esta ciudad, que embruja, que cala, que enamora...
Al-Medina, invitas a amar, a querer más de ti, a la meditación, al ensueño, a la sonrisa... Invitas a no salir jamás. Pero yo, sin saber cómo, dañé esta hermosa ciudad. Pasé los límites, manché sus calles, contaminé sus ríos, dañé sus muros, y sólo cuando fuera de ella estoy, me doy cuenta y me arrepiento de no quedarme a vivir en esta ciudad, si sólo hubiera aprovechado un poco el tiempo en ella...
Ya no puedo disfrutar de tus olores, de tus comidas, de tu risa, de tus mensajes, de tu amor... ¡Oh!, Al-Medina, retorna a mí, dame una oportunidad, que quiero penetrar en la tierra más profunda, en tus orígenes, impregnarme de ti, saber a ti, oler a ti, sudar por mis poros tu nombre...
Como llegué a tus orillas, náufraga de una barco llamado Amor, me alejo de ellas, no sé si por voluntad o deber, exiliada. Sigo mi camino sin rumbo fijo, soy la causa y no el efecto, pues mi Ítaca es esto, y ni Kavafis sabe mi destino. Podré volver a cruzarme contigo, Al-Medina, pero lo que no sé es si volverá a ser lo mismo, o si mi paso por tus calles ha sido definitivo...
AL-MEDINA (ITACA 28/09/03)
Este poema lo escribí el 28 de septiembre de 2003, e iba dedicado a una persona a la que sé que le hice daño. Sé que ahora está pasando por un mal momento, desde aquí, quiero recordarle que esto que me hizo sentir a mi en un punto determinado, puede hacerselo sentir a más personas, que el problema no está en ella, sino en lo complicado de las relaciones. Te mando mucho ánimo, y recuerda la hermosa ciudad que llevas dentro y muéstrala al mundo...
Hace unos días me comentó V que había estado viendo fotos de hace años. V y yo nos conocimos en el años 1995. Pero más bien era de vista. En el 96, ella, por casualidades de la vida, buscaba piso para alquilar, y yo, buscaba compañera de piso... Así nos conocimos más en profundidad, y he de reconocer que nos ha pasado de todo juntas. Hemos vivido (6 años juntas) muchas cosas importantes. El caso es que me dieron ganas de ver fotos que ella me recordó. Y esta mañana he desempolvado de las estanterías 3 buenos álbum, que tienen fotos desde 1994 hasta finales de 2002, ya que al año siguiente, con la cámara digital, las únicas que tengo hechas en analógicas son de mi viaje a Egipto. Ocho años de recuerdos. Me he podido recorrer, alrededor de 600 fotos o más. Soy de las que ponen por detrás de cada foto la fecha y el sitio. Las que colocan en el album las fotos por orden cronológicos. Y me da mucho coraje que me toquen las fotos dejando los dedos marcados. Sí, soy muy maniática en estas cosas, en fin... He recordado a muchas personas que salieron de mi vida, dejando huecos. A otras que aún siguen pero que han modificado su relación, unas se estrechan, otras se dilatan... Es extraño ver cómo evolucionan las personas, y cómo tú vas cambiando, no sólo físicamente (que por favor, creo que después de lo visto, nunca más me volveré a cortar el pelo). Saber que echas de menos determinadas épocas de tu vida, que no regresarán (y que vendrán otras, de las que también sacaré fotos, jajajaja). Pensar que esas fotos no se las enseñarás nunca a personas como tus padres o hij@s, jajajaja. Y una decisión, tengo que seleccionar fotos del 2003 y 2004 que tengo en digital para que las pasen a papel, que tampoco es tan caro hacerlo, y así seguir rellenando otro album, que me pienso comprar cuanto antes. El viernes de hecho recogí unas copias de unas fotos de las cruces de mayo de este año. Y esta tarde me pasaré por casa de V a ver las de la feria de Málaga. Concluyendo, las fotos es uno de los mejores métodos para no caer en el olvido, llorar o reír.
¡¡¡Que se prepare mi compi de viaje para Asturias, jajajaja, que ya estoy mirando las memorias SD de la cámara digital para ampliarla en cuanto pueda, que no me voy a dejar ni un centímetro del viaje sin fotografiar...!!! [Sí, te dejaré también a tí la cámara, jajaja, te mando el manual digital mientras??].
Despertó en un jardín laberíntico, frondoso, verde, en el que se olía a tierra mojada, a macedonia de flores de agradables y dulces aromas... Sus ojos no alcanzaban ver toda la extensión de bosques, caminos, recobecos, huecos y demás. A su lado, con extremo cuidado de detalles, había agua clara, fruta fresca pelada, y sobre un almohadón, sus alas, colocadas con exquisita delicadeza, limpias, planchadas, preparadas para alzar el vuelo...
Se levantó. Iba vestida con una túnica blanca del mejor lino conocido. Sólo se escuchaban los trinos de los pájaros que sobrevolaban el jardín. Una estatua, solemne, la contemplaba desde arriba, pero su rostro era amable. No había porqué temer...
Todo era paz y calma. Serenidad. Poesía. Belleza. En su interior todo se encontraba en orden, en perfecto estado, como si nunca se hubiera roto nada dentro. No recordaba nada. No sabía dónde estaba. Se había olvidado de las promesas hechas bajo la magia de las sábanas. Se había desprendido de todos los besos y caricias que quedaron por dar. Había relegado los proyectos del amor. Y ahora, en aquel paraiso, iba a ser libre y feliz.
Cerró fuerte los ojos. Contó para así hasta diez. Suspiró profundamente y abrió los ojos con temor de que fuera un sueño. Y sí, había sido un sueño. Estaba en su casa, en su habitación. Estaba en el mismo lugar, con la misma gente, con la misma rutina, pero en cambio, había cambiado algo, había tomado una determinación en el jardín de la realidad. ERA LIBRE. Sus alas habían sido devueltas. Y sólo tenía una frase en la mente que se le repetía una y otra vez, como un gran letrero luminoso se enciende y apaga incansable ante la mirada perpleja de un niño pequeño: ERES LIBRE. COGE TUS ALAS Y... ALZA EL VUELO... VUELA VUELA VUELA VUELAAAAAAAAAAAA. (gracias por darme la libertad que sin saber no tenía aún).
[UN DÍA MÁS ME QUEDARÉ AQUÍ,
EN LA PENUMBRA DE UN JARDÍN TAN EXTRAÑO.
CAE LA NOCHE Y ME OLVIDÉ OTRA VEZ
DE TOMAR UNA DETERMINACIÓN]
Alicia, sortilegio de babia,
En el fondo del espejo
Alicia ni supone, ni piensa
Con la luna por cerebro
Alicia en su pensamiento
Tirando del hilo de su enredo
Alicia en el laberinto
Sin minotauro, me llama: íteseo!
Alicia es siempre tan breve
Que ya ha terminado
Alicia dice que te quiere
Cuando ya te ha abandonado
Alicia expulsada
Al país de las maravillas
Para alicia hoy
Es siempre todavía
Alicia viajando entre lunas
De charla con musarañas
Alicia tejiendo las nubes
Con tela que nunca se acaba
Alicia es siempre tan breve
Que ya ha terminado
Alicia dice que te quiere
Cuando ya te ha abandonado
Alicia expulsada
Al país de las maravillas
Para alicia hoy
Es siempre todavía
Alicia expulsada
Al país de las maravillas
Alicia expulsada
Al país de las maravillas...
Enrique Búnbury
Hoy soy feliz. Y no paro de sonreír y reír. Hoy me han devuelto, sin yo sospechar que no la tenía, una parte de mí misma. Soy feliz, feliz, feliz...
Esta mañana, hablando en el desayuno, con V, como viene siendo habitual, y yo encantada que conste, me cuenta sus penas, alegrías y demás en el amor. Y como una cosa buena que tiene mi trabajo es que me da tiempo para pensar, a veces demasiado, pues he sacado unas pequeñas conclusiones.
Como por ejemplo lo que nos condicionan las relaciones amorosas. Nos condicionan para el resto de la vida, aunque sea la persona más maravillosa y respetuosa, o ya sea la persona más cabrona del mundo. Para mí las dos son malas. El primer tipo de personas porque luego, quieras o no, vas a comparar, y no es justo. La segunda, porque tampoco es justo que esas personas hagan que ya no confíes en otras, sin saber si son del grupo uno o de os segundos.
Te condicionan, o simplemente sabes lo que quieres, sabes lo que te hace daño, sabes lo que te hace más feliz, es decir, concluyendo, vas creciendo en ese aspecto y sabes lo que buscas, que curiosamente, nunca es lo que al final encuentras, jajajajaja, y si lo es, pues mucha suerte que has tenido.
Yo soy de las personas que teorizaban (y teorizan lo reconoceré) sobre el amor. Y ahí me las dieron todas juntas. Evidentemente, sé que cuando me enamoro, las tonterías que hago son muchas, pero es lo que siento, y es como vivo ese amor. No sé amar si no es entregándome toda, que no hay que confundir con sumisión que conste. Me refiero a que si estoy con alguien estoy con esa persona con todas las consecuencias, y que aporto todo lo que tengo a esa relación para que salga adelante. El domingo, viendo una serie llamada Jack & Jill, se hablaba sobre el tema de "ceder" en las relaciones. Siempre hay uno que cede má que otro. Eso es normal, siempre hay alguien que da más que la otra parte. Por circunstancias, porque es más flexible, o por miles de cosas. La pareja tenía que hallar un punto de encuentro. También me hizo pensar este tema, y como no, comparas comparas y comparas...
Esta mañana me comentaba mi amiga que le cuesta mucho confiar. Eso es debido a un ex. Esto me hace pensar en mis "condicionantes", es decir, en qué me habrá afectado a mí mi ex para la siguientes relacines. He escuchado por ahí alguna vez, que como se portan contigo te vas portando tú posteriormente en la siguiente relación. Y sinceramente, he aprendido mucho, he amado y considero que me han amado (a su forma), pero hay cosas que me han marcado, y sé que puede que se trasladen a relaciones futuras, y eso me ha empezado a preocupar, porque no creo que nadie deba pagar los platos rotos que no le corresponden.
Aunque en mis "corpúsculos internos" pienso que puedo llevar ciertos temores, no me gustaría hacerlo, porque entonces, en cuanto aviste la más mínima sombra de esas cosas, me retiraría. No sé, vuelvo a teorizar, así, que me callaré, jajajaja, aunque de aquí a que vuelva a tener una nueva relación pueden pasar siglos, jajajaja....
Mi paginilla ha sufrido una leve modificación, y lo veréis si os vais a la principal... Sí, a la derecha de vuestras pantallas podréis leer los días que faltan para que por fin nos lancemos a una aventura... ASTURIAS. Ahora, solamente, a esperar que sea 2 de diciembre, jajajajaja, casi nada. TIME AFTER TIMER.
Mañana de nuevo lunes... Es curioso como hace una semana estaba diciedo yo que no tenía nada de ganas que terminara el verano, y sin embargo, ya tengo los planes hecho para el puente de diciembre, si es que...
Anoche, salí con una amiga y otra chica que aunque nos conocemos desde hace muchos aos no considero tanto como amiga, aunque he de reconocer que es buena persona. El caso es que fué divertido, sin esperarlo, una lesbiana, una hetero con novio desde hace 4 años, y otra hetero sin compromiso pero algo "pillada" por un chaval, nos vimos rodeadas de unos chicos de fuera de la ciudad. El caso es que la del novio terminó con una oreja "comida" por un portugués, la otra echándole un discurso feminista a un gallego separado con 27 años y una hija de 3, y yo observando al personal del local. Y es que es un sitio que te ponen de repente a Julio Iglesias, Lola Flores, Camilo Sexto o al Dúo Dinámico con la música actual. El local se llama "Torero", y la decoración juraría que está sacada de una película de Almodóvar. Lo que menos me gusta es el cuadro dibujado en el techo, que es una imitación malísima de un cuadro que me encanta. "Las Vírgenes" de Gustav Klimt. El caso es que casi al final de la noche, pusieron canciones para recordar, jajaja, canciones que me recuerdan a mis años de estudiante, en Granada, a ciertos locales, a ciertas personas de mi vida allí. Canciones como "Chiquilla", "Barras de Bar", "Sabor de amor"...
Me he levantado resacosa, y... notición: han robado "El Grito" de Munch. No es mi cuadro preferido pero, me ha dado por pensar, si tuviera que robar algún cuadro, no para venderlo, sino para tenerlo en mi casa colgado y poder disfrutar de él, sería "El Beso" de Gustav Klimt, o "Impression" de Monet, o alguno de Van Gogh... ¿Cuál robaríais vosotr@s?
Para finalizar, como el domingo se me ha hecho larguillo, me he topado con una dirección en la que se os dirá, según lo que escojas algunas cosillas, eso sí, está en inglés.
Manolo García y Quimi Portet, 1986
Qué extraño, cuando te quieres olvidar de la vida [sólo quiero bajarme un ratito del mundo, lo suficiente para tomar aire e impulso y subirme de nuevo], cuando te quieres perder de ella, y es ella, la que de repente, es como si quisiera hacerte comprender que eso es imposible. Que ella puede pasar de ti, pero que tú, no puedes pasar de ella.
Cuando un mensaje de 160 caracteres te espera para decirte que del Castillo de los Sueños no debes entrar más a esa habitación. Esa habitación que se abría o cerraba a su antojo, y que a veces creías que controlabas tú, pero que nunca fue así. Y bueno, te resignas, y te conformas. Y te das cuenta que una definición de vida podría ser flujo constante de entradas y salidas de personas por tu alma, que te dejan o se llevan un trocito de tu corazón, y haces cálculos, y ves que el saldo es negativo, que en seis meses han salido muchas más de las que entran. Y piensas si será real eso de que es necesario que salgan éstas para que entren otras, porque el coste cada vez es mayor, sobretodo en tristeza, y un alma triste no atrae flujo alguno...
Cuando te haces promesas, y no las cumples. Promesas que son necesarias cumplir para vivir feliz. Y te das un nuevo plazo, pero parece que te has olvidado de tus principios esenciales de convivencia interna... Y vuelves a incumplirlos. Y dices que debes parar ya. Hasta aquí hemos llegado. Hoy será el día, el día en que termines con todas esas excusas, basta ya, y... vuelves a caer e incumplir esas promesas...
Cuando una llamada, que no es a ti, te hace replantearte el enfoque, la decisión tomada hace tiempo, que creías que era la acertada. Y te cuestionas sentimientos, actuaciones, y por la noche, no puedes dormir pensando que esas cosas que guardaste a oscuras, debajo de la cama, en el canapé, más que archivadas las has dejado arrinconadas, y que cuanto más tiempo pasen ahí, dormidas, más dolerán al despertar. Qué impacto tan brutal escuchar su voz después de tanto, sin que supiera que yo estaba allí, y qué silencio el suyo cuando le dijeron que yo estaba ahí al lado, tan cerca que podía tocar su voz con mi respiración alterada. No, no había manos libres, sino que habla muy fuerte, y estábamos sentadas en la misma mesa, cenando. Qué conmoción. Qué abrirse de heridas, qué frío interno, qué lucha...
Será que cuando llevas dos semanas de vida desordenada para ver si puedes desconectar de todo, y por tus venas corre más alcohol que sangre, y te pasan estas cosas, pues como que la cortina del teatro de la vida se corre, y te deja al desnudo. Y te desnudas ante ti primero, y luego, como estás así, en ese estadio, como que te desnudas ante los demás sin reparos. Y ellos te dicen, y te cuentan, y notas cómo se afloja el peso que soportabas, pero es temporal, en la próxima esquina, tú le darás sus cosas, y ellas las tuyas, y volverás a llevar el peso tú sola... Qué paranoias, qué cóctel de sentimientos, de pensamientos, de decisiones que tomar...
Y sabes exactamente lo que necesitas hacer [necesitas, debes, quieres, deseas, haces...]. Y ya has tomado la decisión y estás clasificando tus cartas. Sabes que las posibilidades de ganar son pequeñas. Más bien das la jugada por perdida, pero aún así te gusta llegar al final de todo. Lo tuyo no es huir, aunque te haya sorprendido en tus corpúsculos internos la idea de que es eso precisamente lo que has hecho con esa decisión que tomaste... Y buscas por internet una isla a buen precio o incluso que te la alquilen durante un tiempo, que esté desierta, para mudarte con tus miserias humanas, ponerlas en filas, e ir, una a una, solucionándolas... Y lo único que encuentras dentro de tus posibilidades es esta, y da la casualidad que como sigas usándola así, más que pequeña isla va a ser el matadero, el vertedero de tus ideas más absurdas, locas, oscuras, de tus miedos...
Si vas a emprender el viaje hacia Itaca
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.
Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, ámbar y ébano,
aromas deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.
Ten siempre en la memoria a Itaca.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Itaca te enriquezca.
Itaca te regaló un hermoso viaje,
sin ella el camino no hubieras emprendido,
mas ninguna otra cosa puede darte.
Aunque pobre la encuentres, Itaca no te engañó.
Rico en saber y en vida como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Itacas.
Nunca he publicado este poema en este blog. Las casualidades con este poema han marcado mi vida. A este poema le he de agradecer muchas cosas (buenas, malas, sin calificar...). Para mí es casi un himno, aunque muchas veces se me olvida el significado fundamental, y parezco una náufraga entre sus versos, en mi vida... Hoy no encuentro palabras para expresar lo que siento, así, que cuando lo que se va a decir no es mejor que el silencio, preferible es callar...
14 kms es lo único que me separa de esas luces de neón, que en los días de poniente, como hoy, se divisan tan bien.
En la primera fotografía, el Puerto, y de fondo, esas montañas, es la zona de Tarifa, Bolonia, etc...
En la segunda foto, pues la bocana del puerto, y su fondo, esas pequeñas y diminutas luces, los sueños de much@s emigrantes que se juegan la vida para poder verlas de cerca. Esto es lo que divisan muchos africanos con la esperanza de una vida mejor, lo que les empuja a arrojarse al mar en esas pateras, cual cáscaras de nuez...
En la última foto, ¿adivináis? El Peñón de Gibraltar, del que tanto se ha hablado en estos últimos días...
Sí, no es lo mismo que estando en San Miguel, en buena compañía, pero... En fin, ¿os gustan las vistas desde mi terraza? Estas fotos están hechas hace escasas 3 horas como mucho. Os espero mañana, en el mismo sitio, a la misma hora, para verlo junt@s...
entonces ven
dame un pedazo
no te conozco
cuando dices qué felices
qué caras más tristes
qué caras más tristes
ella sabe y presiente
que algo ha cambiado
dónde estás
no te veo es mejor
ya lo entiendo ahora
ya no me lamento
yo sigo detrás
para qué
si cada vez que vienes me convences
me abrazas y me hablas de los dos
y yo siento que no voy
que el equilibrio es imposible cuando vienes
y me hablas de nosotros dos
no te diré que no
yo te sigo porque creo que en el fondo hay algo
ella no me imagina
cazando en los bares
viviendo deprisa
para qué
para qué
si cada vez que vienes me convences...
confía en mi
nunca has soñado
poder gritar
y te enfureces
es horrible
el miedo incontenible
entonces ven
dame un abrazo
no te conozco
cuando dices que felices
qué caras más tristes
qué caras más tristes...
CÓMO ME GUSTAN LOS PIRATAS A TODO VOLUMEN....
Invéntate un dejavu para poder vivir en él, y vivir como en esa película, en la que cada día es igual al anterior, las mismas caras, las mismas tareas... Pero que sean todos los momentos felices de tu vida, o los que crees que lo son hasta ahora. Un dejavu cíclico, no, no es un fallo del sistema como en Matrix, sino un mecanismo de defensa para vivir mejor.
Ayer hablaba con mi hermana, que estaba ente mosqueada y decepcionada. Tengo que empezar a verla como lo que es, una mujer de 24 años, casada, y con razón suficiente para tomar sus propias decisiones. Tengo que dejar de pensar en ella como mi hermana pequeña, aunque seamos sólo las dos. Estaba así a causa de una conversación con mi padre. Tema: el laboral. Las dos trabajamos con él o para él, no sé cómo decirlo [es largo de explicar, tienen matices que no creo que sean relevantes]. Cuando yo llego sulfurada con mis problemas con él, y debido a mi carácter, a mi genio [genio y figura hasta la sepultura, pero se pasa en 5 minutos, luego no soy nada ni nadie, se me va toda la fuerza por la boca, se me gana con un simple beso o abrazo...] suelto culebras y lagartos por la boca, me dicen que es que yo me tomo las cosas a la tremenda. Pero ahora es diferente, pues le ha tocado a ella, y claro, ahora ha vivido en sus carnes lo que yo vivo unas 4 veces por mes o más. A ver si quedo un día con ella para tomar un café o algo así, y hablar con tranquilidad, porque me dijo algo que me turbó: que su marido no se había presentado a un examen por no tener que salir destinado de aquí por ella... No sé si es que mi filosofía de vida va por otros derroteros, pero no considero que eso sea bueno, luego vienen los reproches, el echarse en cara que no se es algo en la vida porque tu pareja o tus padres no te han dejado.
Y ayer lo vi tan claro... Definitivamente creo que esto no va a mejorar. Tengo que superar mi autoimpuestas obligaciones respecto a mi familia, no sentirme culpable y hacer mi vida. Es fácil decirlo, es fácil aconsejar en estos casos, pero es complicado tener que sentarte frente a ellos, que sabes que aunque se equivoquen, lo hacen todo por el amor que nos tienen, y decirles que lo dejo. Que siempre me tendrán, pero que no quiero vivir aquí. El 1 de septiembre hace un año que comencé a trabajar con mi padre. "Codo con codo" supuestamente. No he visto avances, no veo cambios. Puedo afirmar que a los 3 meses ya había aprendido lo que sé hasta ahora, que no he evolucionado. Puedo decir que me aburro muchas veces en el trabajo, que la mayoría de las mañanas me levanto y me digo que haría lo mismo si me quedara en la cama. Creo que estoy estancada. Pero, ¿cómo hacerlo sin hacerles daño? Lo ideal sería irme de aquí con un trabajo, pero claro, para conseguir un trabajo tendría que irme primero a buscarlo, y eso no se consigue en dos días. Irme con algo de dinero ahorrado, pues sí, al menos para mantenerme unos meses hasta que me salga algo, pero no sé si estoy dispuesta a correr ese riesgo. Y otra cosa más, irme... ¿a dónde? El punto de mira estaría claro, pero... el mercado laboral es una "mierda" [con perdón] y en esa ciudad no lo es menos. Hace unos meses, me dieron una bonita o perfecta solución. Pero claro, es demasiado utópica, y sé que casi metafísicamente imposible, porque si yo soy soñadora, esa persona lo es igual o más.
Supongo que necesito un "ostión" de REALIDAD, pues ahora me siento como la foto de ahí arriba... Mientras, tal vez, un dejavu cíclico con los mejores momentos de mi vida, para hacerlo más soportable hasta que tome una decisión.
Acabo de entrar en casa.... Calor, siento mucho calor, y me he ido desnudando por el pasillo hasta entrar en esta habitación. El móvil estaba tan mudo como cuando lo dejé... Joder, mejor me acuesto o no voy a ser consecuente ni coherente con mis actos... La echo de menos a rabiar. Ahora mismo soy capaaz de hacer preguntas varias cargadas de ron que no tienen respuestas. Chao.
Despacito, cuando tu dormías
Ella te hablaba, te preguntaba, te protegía.
Ella prometió darte todo,
Pero solo pudo darte lo que tuvo.
Para ti lo más hermoso era amanecer junto a sus ojos, Iluminando el mundo.
Pero los pájaros no pueden ser enjaulados Por que ellos son del cielo,
Ellos son del aire, Y su amor es demasiado grande para coartarlo.
Volaste alrededor de la luna con ella,
Le pediste que nunca se fuera,
Y ella respondió:
Mi amor siempre estará cuidándote.
Y la dejaste volar,
Y tus ojos lloraron hasta doler,
Pero solo tu sabia que así tenía que ser, Que así tenia que ser.
Ella prometió darte todo,
Pero solo pudo darte lo que tuvo,
Para ti lo más hermoso era amanecer junto a sus ojos Iluminando el mundo.
Pero los pájaros no pueden ser enjaulados Por que ellos son del cielo,
Ellos son del aire, Y su amor es demasiado grande para coartarlo.
Y la dejaste volar,
Y tus ojos lloraron hasta doler,
Pero solo tu sabia que así tenía que ser,
Y la dejaste volar,
Y sus ojos lloraron hasta doler,
Pero solo ella sabia que así tenía que ser,
Y la dejaste volar,
Y tus ojos lloraron hasta doler,
Pero solo tu sabia que así tenía que ser, Que así tenia que ser.
Hace tiempo escribí un fragmento de "El paciente Inglés", una de mis películas favoritas. Las otras dos películas que más me gustan y que nunca me canso de ver son "Los amantes del Círculo Polar" y "Dos en la carretera"...
(Diálogo entre Albert Finney Audrey Hepburn en Dos en la carretera)
Colegio y alrededores.
Otto off: "De niño, vivía rodeado del resto del mundo, me sentía protegido hasta que una tarde de frío a la salida del colegio pasó algo "
El balón. Otto persiguiendo a una niña.
Otto off: "Yo no sabía nada de niñas. ¿Adónde corren las niñas? ¿Por qué ésa me miraba así? Si me hubiera mirado menos, yo habría seguido corriendo hasta atrapar el balón o, un poco antes, si la bota de este niño hubiera chutado bien, de lleno, el balón se habría quedado dentro del colegio y puede que yo en la portería si ese día hubiera salido más tarde Todos me habrían felicitado, pero no fue así".
Patio. Salida del colegio.
Niños: "¿Habéis leído los aviones?
¿Quién ha escrito esto?
Es de lo más cursi del mundo
Le ha escrito una frase
Es siempre la misma
"
Padre: "¡Mira qué romántico! Es la pregunta de toda la vida".
Lago. Puesta del sol.
Ana off: "Voy a quedarme todo el tiempo que haga falta. Estoy esperando la casualidad de mi vida, la más grande y eso que las he tenido de muchas clases. Sí, podría contar mi vida uniendo casualidades "
Me he levantado de la cama. Últimamente me cuesta conciliar el sueño, el motivo no lo sé [o no quiero saberlo joder]. Quiero hacer una Declaración de Intenciones, pero advertir que es eso, una intención, que luego, me fallo (casi que continuamente) y me enfado mucho conmigo misma, porque muchas veces no lo cumplo.
No me entiendo. O me entiendo demasiado bien. ¿Nunca habéis llegado a un punto crucial en el que sabéis que si continúas vas a precipitarte en el vacío más absoluto? ¿Un punto en el que piensas que si das un paso más no habrá vuelta atrás? Pues eso es lo que me pasa a mí, que a veces pienso que lo he sobrepasado, y en otros instantes pienso que me quedan aún muchos pasos por dar para llegar a ese umbral, a la vez mágico y también tenebroso.
Me considero impaciente por naturaleza, como también tonta, pero tonta en lo más ámplio de la palabra. Mi ex siempre me ha dicho que soy transparente, que debía cambiar. Quizá sí, para quien sepa mirar bien, pero en el fondo, tengo una pizca de sorpresa dentro, y muchas veces hago cosas que no se espera la gente. Normalmente en esa circunstancia es cuando la cago rotundamente, pero es que si no pasara así no sería yo [digo esto porque sé que la voy a cagar con este post, pero aún así sigo adelante]. No sé si con los años dejará de pasarme esas cosas. Tampoco sé si quiero cambiar o no. El caso es que en mi declaración de intenciones de esta noche hay una sola idea fija, y es que como vengo repitiéndome hace una semana, tengo que retirarme [es lo más coherente, ¿no?]. Creo que nunca he llegado a comprender nada, no sé si es porque no he sabido [o querido] escuchar o porque no me he llegado a explicar, o simplemente porque no hemos hablado directamente. Mi gran problema: la impaciencia y lo visceral [si siento algo lo siento sin más]. No entiendo muchas cosas, y lo más gracioso, no suelo preguntar, o no lo que debiera [fallo gordo, lo sé]. Aunque las principales dudas que tengo son: 1. Si no sientes algo parecido a lo que siento yo, y 2. Si lo sientes, ¿a qué tienes miedo? ¿Cuál es tu peor temor?
Una de mis mejores amigas siempre me dice que el NO lo tienes siempre, y que si no te arriesgas no sabes se es SI. No pienso que el NO y el SI tengan equiprobabilidad, al menos en mi vida. Casi siempre, a pesar de lo que la gente pueda pensar [que soy una afortunada, pero ellos/as no han vivido en mi piel ni pueden saber cómo me siento en el 100% de mi vida], el NO tiene una mayor probabilidad.
Esta noche creo que me he captado. Creo que ya, por fin, he llegado a la línea, al umbral. Mira que me dicen que no abandonen, que siga una cosa llamada "luz de gas" que hasta unos días no tenía ni idea de lo que significaba [mi incultura aumenta desde que dejé la facultad por lo que veo]. ¿Abandonar qué? Es muy fácil dar esos consejos, porque quien lo pasará mal [últimamente estoy cambiando, y aunque sigo particularmente bocazas, muchas muchas muchas cosas me las callo, más de las que tal vez debiera, esperaré al punto de rotura] seré yo. ¿Me estaré volviendo conformista con los años? Probablemente. Me quedo con lo que yo llamo mi derecho al pataleo. Pataleo un rato, o un momento, o unos días tal vez como mucho, pero patalearé para mí, en soledad. Sí, sé que a un par de personas les patalearé, pero ellas no me van a entender, porque piensan que no debo abandonar. Pero vuelvo a la idea anterior, que la que lo vive soy yo, y yo pienso que ha llegado el momento de decir adios.
Hay una tesitura, una disyuntiva. Pocas veces he ido por la vida con muros. Mira que he tenido desengaños [en general, amistad, amor, familia...], y sigo confiando en las personas. No me sale no hacerlo. No me sale. Eso sí, persona que no me entra por el ojo como que no consigue de mí nada, un saludo por educación y nada más. Tengo familla pues de borde o antipática, de seria... Y nada más lejos de lo real. Así, sin muros. A pecho descubierto. Pero quizá sea hora de buscar un poco de refugio. Aunque siempre me levanto, últimamente me cuesta más que nunca. La mujer corcho parece que se está hartando de salir a flote siempre.
Así, mi Declaración de Intenciones de esta noche podría resumirse:
1. Desaparecer por un tiempo [puede ser minutos, días o un mes, no creo que sea mucho la verdad].
2. Período de reflexión interna, lo que denomino un análisis D.A.F.O. (análisis de mis debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades) de mi persona. [otro día dedicaré un post al tema].
3. Recuperar el camino correcto para no herir a nadie.
4. Volver a aparecer, para seguir ofreciendo lo mejor de mí simplemente.
Se abre temporada de reflexión, cosa que debí hacer hace tiempo antes de precipitarme como he hecho... Me despido con este poema, sinceramente dedicado desde el fondo de mi corazón:
Compañera
usted sabe
que puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo
si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo
si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo
pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo
No me consideres cobarde, o que no tengo paciencia, o que no me dejo fluir, o que no quiero escucharte, no pienses que no me vales la pena y que por eso abandono, piensa que me importa más la amistad que seguir por este camino en el que no veo escapatoria, piensa que no quiero que nos hagamos daño. No quería decirlo aquí [y que conste que ahora mismo me da igual muchas personas que no somos ninguna de las dos que puedan leer esto y sentirse mal], sé que podría haberlo hecho por algún otro medio, como e-mail, y bueno, sabes que en persona es harto complicado. Simplemente perdóname por todo lo que te he podido trastocar, no solo el quitarte el sueño de forma rastrera [es coña que conste] y por el tiempo que te he robado. Millones de besos, abrazos, mimos, ternuras y demás productos ITACA. Prometo regresar pronto a tu vida, si es que me lo permites entonces...
PD: No espero contestación, se ve que he explotado, cosas mías, paranoias mías, "visceraciones" mías. Si lo deseas, puedes borrarlo.
Anoche nos reunimos, por fin, todas... Las 4: V (de la que he hablado alguna que otra vez, y que vive en la ciudad del Olvido, como yo), P y M (que viven en la Península...) e Ítaca (la pesá esa que escribe aquí). Anoche salimos, como ya dije son las fiestas... Hasta arriba de alcohol, riéndonos, contando las penas y alegrías (joder que todo no es negro), como pasa en estas ocasiones (desde Navidades no nos reuníamos a la vez) recordando viejos lances, y en fin, nada, que de nuevo nos reunimos "Las Lobas Depechadas" (pero pronunciado con acento argentino, jajajajaja). Fué una noche muy especial, en las que te sientes segura, en las que sabes que cualquier risa, comentario, pregunta, etc... no va a salir de ahí. Son en estos momentos, cuando sabes que te pase lo que te pase nunca estás sola. En que sabes que por muy mal que lo hagas, o aunque hagas cosas no lícitas, ellas te apoyarán y estarán ahí para cuando te metas el batacazo. Tienes la certeza que te pueden regañar, te pueden decir cosas que te duelan, pero sabes que lo dicen porque piensan que es lo mejor para tí. Te sientes querida, y tú, abres tu corazón y les demuestras que las quieres, que estás ahí... No sé, será que estoy reglítica, y la sensibilidad la tengo a flor de piel. Será que últimamente asumo que estos momentos son lo que hacen que podamos decir que una ha sido feliz, porque son como pequeños, diminutos puntos de luz en esa inmensidad y conocida oscuridad de la vida...