mi pequeña isla

De juegos, preguntas y amistad

El fin de semana pasado estuve con mis amig@s de facultad, o bueno, con el grupo que se originó estando en ella, que ya la mayoría lo forman otras personas, sus parejas etc... en La Alpujarra granaina. Como todos lo años, tradición ya, nos reunimos, hacemos senderismo, respiramos aire puro, nos arrebujamos delante de la chimenea y jugamos a juegos sobretodo nos gusta eso de chicas vs. chicos, gritando y con alguna pareja en estado de shock con las respuestas de su novi@. Terminamos siempre con algunas preguntas comprometidas... Pero esta vez, se ve que nos estamos haciendo mayores, las preguntas fueron más personales que sexuales. Éramos 3 parejas y dos personas más sin ella. Dos de las preguntas fueron claras y concisas:

1. ¿Cuáles son las 3 cosas que más te gustan en tu pareja o que hacen que estés con ella?
2. ¿Qué defecto te saca de quicio pero no cambiarías en ella porque dejaría de ser ella?

Qué bonito fué escuchar cómo se decían esas cosas tiernas en respuesta a la pregunta 1. Y bueno, la otra chavala y yo también contestamos qué era lo que más nos gustaba o los requisitos medio necesarios para que alguien te gustara (en mi caso simple: inteligencia, gran sentido del humor y por último la ternura...). Lo mejor fué las respuestas a la 2. Y cuando ya nos callamos todos después de haber debatido algunas cosas, tenía que saltar la bocazas de Ítaca:

- Qué suerte que tú y yo (dirigiéndose a la otra chavala que no tenía pareja allí) no tengamos quién nos diga nuestros defectos, jeje.

A lo que la persona que mejor conoce a Ítaca de las presentes dice: Anda que no! La contesto yo:

O: La gran sensibilidad que tiene, lo generosa que es y...
M: ... lo creativa que es.

Lo que más me sorprendió es que consideren la sensibilidad como algo positivo y por lo que estarían conmigo. En estos últimos meses de mi vida esa parte de mí sólo me ha dado problemas y la intento disimular lo máximo posible [por eso hace poco escribí un post acerca de un mensaje que me escribió una persona que piensa que me conoce mejor de lo que en realidad es, preguntándome si era así de vulnerable y sensible o no]. Pues por más que intento no serlo sí, lo soy. Para mí eso es una debilidad más que una virtud. El que haya personas que me vean tan transparente sólo me ha causado problemas, y sé que a la larga seguirá siendo así. Desde entonces le estoy dando vueltas...

Hubo alguna que otra pregunta más, hasta que los troncos de la chimena se convirtieron en rojas brasas, y el reloj y los ojos decían que era hora ya de irse a la cama, después de tantas risas, preguntas, juegos y amistad...