mi pequeña isla

Carta sin sentido

Nada más montarme el viernes en el barco me senté junto a una ventanilla. Hacía un día de poniente gris con ratos claros y me apetecía contemplar el mar mientras escuchaba música. Me relaja mucho. Da la casualidad que saliendo de la bocana el dinosaurio de mi imaginación parecía mirarme fijamente, y justo debajo había un pato de mar de esos que bauticé en el Algarve hace un buen tiempo. La canción no me recordó a ti, era la de Inevitable de Shakira. Terminé, sin saber cómo, con dos lagrimones de esos gordos por mis mejillas. Pero bueno, no iba a dejar que un grúa y un ave marina me estropearan el finde en la Alpujarra que estaba comenzando.

Pero fíjate tú que las cosas no quedarían ahí. Llegué a Granada, recogí a un amigo y cuando le pregunté que para dónde íbamos me dijo: "Sigue a ese coche blanco!!!". No es exactamente igual, pero me viniste de nuevo a la mente cno esa frase parecida que te encantaba decirme.

Y bueno, ya fué el colmo cuando en Bubión entro en una tienda y ¿qué veo? Algo que había estado buscando durante todo el tiempo que estuvimos y que ahora puff, toma!! Sí, unos móviles iguales al que te regalé en nuestro primer encuentro. Sí, ese Sol con cencerros que colgaste en tu dormitorio. Y junto a él la Luna pareja que no logré encontrar mientras estuvimos para regalartela.

A veces, durante el transcurso del día, hay alguna cosa que me sigue recordando a tí, pero las aparto fácilmente de mi mente. Pero no me hace gracia que me siga pasando. ¿Te pasa a tí conmigo? ¿Hay en algún momento del día que pienses en mí? ¿Hay cosas que inevitablemente te recuerdan a mí? Supongo que es más fácil hacer menos casos a estos asaltos de recuerdos cuando tienes a alguien en tu vida para llenarla de recuerdos e instantes nuevos, y que los anteriores se van enterrando. Lo peor es lo que me como el coco yo con estas cosas, y las pregunas tan absurdas que se me ocurren luego claro.

Pero estas cosas no deberían afectarme ya, o al menos no tanto. Ya no siento nada por tí, de eso estoy segura, simplemente cuando me pasan estas cosas sólo me invade la tristeza nada de amor, ya que tengo claro que ha sido lo mejor que pudimos hacer, es decir, dejar de estar juntas. Es algo complicado de explicar, porque no es nostalgia, no es amor, sino como un cariño pero que tampoco denominaría así. Es tristeza pero con matices, y siempre se me viene un fragmento de una conversación que se repitió varias veces a lo largo de nuestra relación.

Concluyendo: no sé por qué me he acordado tanto de tí cuando ya no existes en mi vida ni siento nada de amor por tí, y es verdad, no siento ya nada. Supongo que con el paso de los años se pasará o cuando alguien entre a crear nuevos recuerdos y situaciones, ¿no? Anda, te dejo unos versillos de una canción que curiosamente, no tiene nada que ver con esto...