- ¡Ey! Estarás muy contenta, ¿no?
- ¿Yo? ¿Por qué?
- Porque al final ha pasado lo que deseabas.
- No, no lo deseaba.
- Anda, no me mientas, que soy tu otro yo, y sé que en lo más profundo de tu corazón deseabas que ocurriera.
- Vale, no tengo secretos para ti, lo deseaba, o más bien imaginaba qué podría pasar si ocurría, pero nada más. Me siento mal, incluso culpable, y eso que creo que no he tenido nada que ver.
- Ya, si yo en el fondo me siento igual. Estoy algo feliz pero a la vez asustada.
- Suele pasar, el poder de la mente, jejeje. ¿Sigues fantaseando?
- Shhhhhhssssss, no preguntes siquiera. Lo que pasa es que ahora piso con más cuidado aún que antes. Pero sí, mi imaginación potente y maléfica.
- Esto es una mierda. A veces me pregunto por qué me tengo que levantar de la cama, y lo peor, es que me levanto como una autómata, y sin haberme contestado.
- Ya, te lo noto en la cara cuando te la lavas frente al espejo. A mí, lo peor es cuando siento esa punzada en el corazón y el vacío en el estómago y no lo puedo gritar.
- ¿Pero significa algo eso o es inventado? ¿Es verdad o te has montado todo eso en tu mente para sufrir menos y salir más rápidamente de donde estabas?
- Ni idea, y estoy aterrada.
- Te comprendo perfectamente. Y bueno, si te sirve de algo estoy contigo.
- ¿Dónde ibas a estar si no? Jejeje, qué putada, ¿verdad? Tantas cosas que te pasan por la cabeza, tantas ideas, tantos anhelos y sin poder compartirlos...
- Ya vendrán tiempos mejores, así que ahora a vivir la vida como mejor se pueda, y a preparar el viaje de este veranito.
- ¡Digo! La que podemos liar en Alicante...
- ¡Ay! Pero en el fondo sigo teniendo ese sabor agridulce en la boca. Mira que tod@ el mundo me decía que pasaría, pero...
- ¿Te acuerdas cuándo comenté que echaba de menos algo que no había tenido? Pues en estos días se ha acentuado, necesito perderme en alguna isla desierta, ¿me prestas la tuya? Así podré pensar, reflexionar, y como no, desahogarme y tomar un poco de sol y bañarme en tu mar. Estoy cansada de tanta gente, y aún queda lo peor, la boda.
- Sí, la boda, con tanta gente que vendrá a casa y a la ceremonia y cena. A ver qué tal nos queda el traje. Pero piensa que todo no es tan malo, y además, cogerás el Mercedes ese. Llevarás a tu hermana hasta la puerta de la Iglesia, una mujer. Así me gusta, me siento orgullosa de ti. Y sí, soledad, silencio, como mucho una compañía agradable y divertida, con la que compartir esos silencios... En fin, creo que hasta muy pasada la boda no vas a poder disfrutar de la soledad. Luego, incluso echarás de menos a tu hermana.
- Si lo de la soledad no es por eso. Por cierto, nuestra hermana Itaca.
- Sí, eso. ¡Es tan joven! Joder, 24 años y ya casada. Dentro de nada seremos tita, ya verás, y encima, tendremos que reconocer que se nos caerá la baba, con lo que renegamos ahora de los bebes...
- Oye, ya hablamos en otro momento, quizá cuando estemos en la ducha, estoy deseándolo, hoy ha sido un día duro y necesito que el agua corra por mi cuerpo y me depure..
- Sí, vale, en la ducha o después de ella. Ahora a seguir trabajando.
- OK. Un beso, Itaca.
- Sí, nos vemos luego para enjabonarnos Itaca. Chao.
Y despues diras q trabajas. Vamos q cualquier excusa te es buena para tomarse un descanso.
Con respesto a tu sobrino/a q te puedo decir... ya sabes como estoy yo con la mia. Seguro q acabaras peleandote con tu madre para cogerlo/a en brazos... ya me contaras.
Con respecto a echar de menos algo q no has tenido, varias opciones:
1. Lo has tenido antes aunq diferentes circunstancias (por ejemplo diferente persona)
2. En cierto sentido y en algun momento lo tuviste. La vida da vueltas y nunca sabemos delante de que/quien se parara.
¿Sigues pensando en salir del armario en la boda? Esperate a despues de la cena para q no se desperdicie jejejeje.
Por cierto tu hermano si q es joven... no como tu
jajajajaja
besos