mi pequeña isla

¿Matrimonio? No, gracias

Os voy a contar una historia. No sé si interesante, si con moraleja, entretenida o aburridísima. Todo ha venido a mi mente hace unas horas, cuando he escrito un mensaje anunciando que ha sido aprobada en el Congreso el matrimonio homosexual, la adopción, etc...

Hará unos dos años... Creo recordar que sobre diciembre, me llevaron a Castellar de la Frontera. A un mini pueblo que está dentro de un antiguo castillo. Desde lo alto se ve un lago precioso. A pesar de la época estaba todo de un bonito verde oscuro, el lago lleno, las calles del pueblo con pocos turistas (hacía algo de frío), y una tetería de unos hippys, en una de las casas antiguas con una terraza, desde donde se tenía una vista preciosa. Después de estar paseando, tomando té, hablando o con momentos de silencio íntimos... nos hicimos unas fotos con el lago de fondo... Se me quedó mirando, me cogió de la mano, me miró a los ojos profundamente y me pidió que me casara con ella. No contesté. Eso sí, unos meses más tardes acabé mi carrera y me fui a mi casa, con mi familia, a trabajar con mi padre. Cuando esa relación terminó, me enteré que ese “cásate conmigo” había significado “vente a vivir conmigo”, y yo, evidentemente, rechacé esa oferta, no por falta de amor, aunque tampoco podría dar un motivo concreto: quizá fue por cumplir un sueño que se ha convertido en pesadilla y decidí volver a casa; quizá por cobardía y no enfrentarme a mis padres y conciencia; quizá, porque en el fondo, la relación estaba ya desgastada y el tiempo que pasó después, casi un año, fueron los coletazos últimos, de dos peces (ella y yo) que intentaban tomar bocanadas de aire fuera del mar, y no se pudo sostener, y finalizó cuando uno de esos peces encontró un mar que sí le daba aire!!! Y se terminó.

Hoy en día mi respuesta sigue siendo la misma: NO. Si extrapolo a mi relación actual, ese NO, no sería por falta de amor, porque sinceramente me siento enamorada. Ese NO, no sería por miedo a comprometerme, porque no le temo a eso. Ese NO, no sé qué sería, aunque no creo que 4 meses y poco den para esa proposición. Estoy dispuesta, si se dieran las circunstancias, a vivir juntas, me encantaría de hecho, pero la situación es como es y no se puede cambiar, al menos a corto plazo no es viable, así, que no habrá más remedio que aguantar la distancia, que dentro de poco será menor, y ver cómo va creciendo la relación, la confianza, saber cómo crecemos juntas...

Es cierto que en su día me dí un plazo medio de dos a tres años, a lo sumo, para estar aquí, y ya llevo la mitad de ese tiempo (un año y medio). Es cierto que hace unos días me desesperé y le dije a mi padre (jefe) que a partir del lunes no contara más conmigo. Pero también es cierto que soy una cobarde que no va a hacer nada de lo que ha dicho. Y también es cierto que estoy pendiente de dos pruebas para entrar a trabajar en uno u otro proyecto europeo en mi ciudad, hasta aproximadamente 2008. Y eso sería una experiencia que si al final entro, estaría bien vivirla.

Sé que cierta persona me comprende y confia en mí. La quiero mucho y es muy importante/especial en mi vida. Pero no, creo que por mucho que bromee y diga que me gustaría casarme en esa playa que tanto me gusta, creo que no, que no me hace falta firmar ningún papel ni disfrazarme de nada para querer más a esa persona. Que en un futuro, legalmente, convenga más (derechos para adoptar o que se reconozcan los hij@s de ambas como hij@s de ambas por ejemplo), pues no dudo que aceptara, pero hoy por hoy, no quiero casarme, pero me alegro mucho de que hayan aprobado esa ley.