mi pequeña isla

Aún no me lo creo

Directamente. De la forma más cruel que pudiste. Como si fueras una persona que no conociera de nada. Como si no hubiera significado nada en tu vida. Como si ya no existiera nada entre nosotras.

Anoche, me dijiste bien clarito, y alto por cierto, y muy cruelmente y siendo muy egoista, que ya no me querías. Que tenías otra. Anoche, me hiciste sentir la persona con menos valor del mundo. Hoy sigo sientiéndome enana.

Mira que llevas un mes rara, y yo aguantando. Cuando te preguntaba, indignadísima me respodías que no viera fantasmas donde no los había. Que no estabas escribiendo mensajes. Que no habías estado hablando por teléfono hasta las dos. Que no había nadie más.

Me hacías sentir mal. Me hacías sentir desconfiada. Me hacías sentir paranoica. Tú, que tanto luchas contra el maltrato... me siento maltratada por tí.

Anoche me dijiste cuando te decía yo, llorando, que cómo era posible que me estuvieras diciendo todo eso por teléfono, delante de no sé quién y mientras pedías un martini, que no me hiciera la víctima, cosa que nunca me suelo hacer. Hoy, a la luz del día y después de una noche sin dormir, me doy cuenta que o no te he conocido en estos dos años y medio o has cambiado súbitamente. Nunca te he visto ser tan cruel con nadie.

Siempre me has dicho que nunca te podrás quejar de mi comportamiento. Que soy de las personas que más bien y mejor te han querido. Y tú, sabiendo cómo me afectan estas cosas, me dices anoche, tan frescamente, que estás pensando comenzar una relación con otra persona. Eso sí, sin dejarme a mí aún, porque a estas horas, aún, somos pareja.

Que tenías que elegir. Bien. Te escribí, tonta de mí, un mensaje diciéndote que sentía todo, que siempre te he apoyado y seguiré haciéndolo. Que te tomes un tiempo y que hablaremos cuando estés preparada. Me colgastes el telefono. Me dejaste llorando en medio de la calle. Y hoy, más de 12 horas después no me has llamado siquiera para ver si estoy bien, o para decirme que lo sientes o que ya hablaremos.

Ahora mismo me maltirizo pensando que sí, que estás con ella. Me maltirizo pensando por qué, si según me comentaste anoche estás así casi desde diciembre, cuando te propuse dejarlo me pediste otra oportunidad. Y me llamabas llorando, y me escribías cientos de correos, e incluso te presentaste en mi ciudad... Yo, anoche, tras el impacto de tus palabras me puse a llorar por el teléfono y me dijiste que no me hiciera la víctima.

Sí, ahora mismo, aún, somos pareja... Que me espere a cuando estés sola para hablar me pediste. Pero... ¿no te das cuenta que aunque me elijas a mí has asesinado la confianza? Es la segunda vez que me lo haces. La segunda, recuerda.

No sé de dónde sacaré fuerzas para ponerme delante de ti, cara a cara, y no echarme a llorar. El día 23, día en que cumplo 26 años, estarás en mi ciudad por cuestiones de trabajo. Y me parecerá mentira, todo lo que teníamos pensado para esa semana ya no existe. Ya no es posible. Y sé que ese día me dirás que sí quieres o no estar conmigo. ¿Por qué creo que sé la respuesta desde anoche? Bien claro me lo dijiste, el amor acaba y no se muere nadie por eso.

Estoy confundida. Anoche, por primera vez en mi vida deseé no vivir. No, no me voy a suicidar ni me lo he planteado. Pero no tenía ganas de seguir respirando... mejor dicho, de seguir sientiendo. Arrancarme el corazón para no sentirlo tan acelerado.

Tal como me dijiste:
- "tranquila, que nadie se muere por amor..."
- "el amor se acaba"
- "ya no te deseo"
- "no sé si quiero una relación Cádiz-Bilbao o la nuestra"
- "las personas se cruzan por tu camino"
- "necesito tiempo para elegir"
- "no vengas, o la cagas"
- "ya hablaremos cuando no haya nadie delante y yo esté en casa..."

Bueno, me voy a duchar, tranquilizar, seguir disimulando delante de mis padres que ya han notado que algo ocurre, iré a votar, y quiero perderme.

Necesito oír tu voz, pero a la vez me da miedo que me llame la misma persona de anoche, esa que no se corresponde con la persona con la que llevo saliendo 2 años y 5 meses. Esa persona cruel y egoista que se ha apoderado de ti en cuestión de días. Tengo que sacar fuerzas para superarlo y concienciarme que por mucho que elijas, este daño es enorme y que, sobretodo, la que creo que tiene que elegir, soy yo.

Viajé a itaca a las 14 de Marzo 2004 a las 01:09 PM