18 de Enero 2004
Y mañana, otra semana
Ya es domingo. Es más, domingo y casi las 16:30... Queda poco para que comience otra semana... Y no me apetece nada que termine el día...
Esta mañana me fuí, sola, el primer momento de intimidad que he tenido en toda la semana, a dar una vuelta por la ciudad, con mi cámara al cuello. He ido a la playa. Aquí hace un día muy bueno. Me he descalzado, remangado el pantalón del chandal y he sumergido mis pies en la orilla...
El agua estaba fría, pero a mí, como me gusta el agua fría no me ha importado. Estaba limpia, transparente... He caminado por la orilla sumida en mis pensamientos, analizando la semana pasada, y tomando consciencia que la que viene va a ser más dura aún...
Hace años, cuando era una niña sin razón aún, me encantaba irme a la oficina con mi padre los fines de semana... Compartir con él su despacho... Jugaba a ser "empresaria"... Así, unos años más tarde, empecé a estudiar Administración y Dirección de Empresas. Ahora, recién licenciada, he vuelto a mi casa, a cumplir mi sueño, sí, trabajar con mi padre codo a codo... Pero ni los sueños se vuelven realidad; ni todo lo que me enseñaron en la facultad en cierto; y la niña pequeña de antaño se pregunta si era eso lo que le esperaba o es una temporada, un proceso de adaptación...
El viernes, como cada día, fuí a una tienda, y vi algo que no se debe hacer. Cuando nos quedamos a solas el encargado del establecimiento y yo, le dije que eso no se debía hacer... Quizá mi forma de decirlo no se adaptó a ninguna de las teorías de recursos humanos que estudié... Pero es que el mundo real no se puede equiparar a una teoría... y ese individuo, tampoco se adapta a un encargado de teoría... Pero da igual, el caso es que empezó a gritarme. A decirme que quién era yo para decirle cómo tiene que llevar la tienda, incluso, es más, llegó a echarme de lo que mi padre dice que es mi negocio...
Yo no me achiqué. No, no dejé que un señor con casi 50 años, amenzándome ("Tü no sabes quién soy yo, y conmigo te estás equivocando", decía), y cuando por fin dejamos de discutir y salía me dijo: "Vete, vete de aquí, que eres muy simpática...". Me terminó de enfadar... "Y tú muy guapo..." contesté. Salí, comencé a andar por la acera, y al segundo, el susodicho personaje, se puso en medio de la acera, mientras pasaban personas, a gritarme: "Vete, ¿qué te has creido?, ¿tú que sabes gilipollas? Que eres una gilipolla...." El resto, no sé si es que estaba alejándome y no o escuchaba, o es que yo misma cerré mis oidos para no escucharlo...
Este hombre sacó lo peor de mí. Soy una persona con mucho carácter, mucho genio, y si me atacan, a veces podría decirse que soy hasta agresiva... Pero yo no le insulté (sólo le dije que era muy guapo cuando él me dijo simpática, un intercambio de calificativos positivos, no?); sólo le indiqué que del establecimiento, si alguien se llevaba algo, tenía que estar o vendido o relleno un albarán de compra y debidamente firmado...
Hoy, mientras paseaba por la orilla, pensaba es estos años estudiando. Sabía que no iba a ser fácil, pero no sé, no esperaba que sacasen lo peor de mí. Menos mal que me controlé y seguí caminando... aunque me dieron ganas de volverme y decirle que quien se tenía que ir era él, que me diera las llaves y que se fuera a casa...
Mañana iré de nuevo. Como cada día. No, no tengo miedo... pero quizá sí tengo algo de tristeza.
Con los pies sumergidos, con ese agua cristalina activando cada célula, he decidido seguir adelante, no rendirme. Y como no, luego me he tumbado al solecillo, dejando que el sol junto con ese agua, se llevara los malos pensamientos y momentos de la semana, y cargándome de energía positiva y fuerzas para esta semana que viene...
Viajé a itaca a las 18 de Enero 2004 a las 04:58 PM El día a día en una empresa u organización nada se parece a lo que dicen los libros. Las cosas no son como así de fáciles como nos cuentan todos esos gurus.
En tu caso además tendras que demostrar que no solo eres la hija del jefe sino que estas ahi porque vales. Te tendrás que ganar la autoridad que no es fácil -quizá tengas el poder - pero quizá aún te falta ganarte la autoridad del personal de la empresa.
Por otra parte hay personas que no saben escuchar que no tienen ningun interés por hacer las cosas mejor y cualquier cosa que le digas se lo toman a titulo personal, y en vez de reflexionar o asumir la incorreción en su trabajo empiezan a descalificar y ahí es donde hay que ser lo suficientemente hábiles para no caer en su juego.
Creo que lo importante es que has reflexionado sobre el asunto.
Esto que acabo de escribir es una opinión muy personal - como todo lo que cada uno escribe - pero en estos temas (dirección, coordinación) cada uno ve las cosas de diferentes maneras y creo que nada sea correcto o incorrecto. Pienso que cada uno debe buscar la forma de dirigir con la que se encuentre mas cómoda y por supuesto lleve a conseguir los objetivos propuestos.
PD:Siento el rollito que me acabo de tirar.
Yo trabajo rodeado de mujeres y de hecho me encanta. Aprecio las cualidades de las mujeres y me resultan mucho más gratas en todos los sentidos...hace algun tiempo tuvimos un severo problema con un empleado de la empresa, porque no podía asumir que su jefe directo fuera una mujer, asi de claro...naturalmente nunca lo dijo, pero le reventaba de toda manera que quien le dijera lo que habia de hacer fuera una mujer. Agravalo con ser la hija del jefe, con estar recien llegada, recien titulada, mientras que el encargado probablemente no tiene titulación y algo de complejo, 50 tacos y con un poco de suerte no será muy listo y ya la tienes montada. Hay cosas francamente penosas y lo que cuentas es de vergüenza ajena...:( Por lo que me toca como hombre te pido disculpas. Como ¿amigo? (me dejas utilizar este título...?), no te eches atras ni medio milímetro sobre todo en lo que tienes razón, los aspectos personales quedan al margen y ni tu tienes por que ser simpática ni el está alli por guapo, pero la burra por lo que vale :) Suerte y animo :)
Viajó a Ítaca: mOe:) at 19 de Enero 2004 a las 10:00 PM